Salmos 16:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Guárdame, oh Dios, pues me refugio en ti. Yo le he dicho: 'Tú eres mi Señor, no hay dicha para mí fuera de ti.

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Biblia Reina Valera 1960

¹ Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Mantenme a salvo, oh Dios, porque a ti he acudido en busca de refugio.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Mictam° de David. Guárdame, oh ’El, porque en ti me he refugiado.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Miktam. De David. Guárdame, Dios, pues en ti yo me refugio,

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹ Mictam de David Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.

Salmos 16:1 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Salmos 56:1

Oh Dios, ten piedad de mí, que me hostigan; me acosan asaltantes todo el día,

Salmos 17:8

Guárdame como a la niña de tus ojos, escóndeme a la sombra de tus alas,

Salmos 116:6

El Señor cuida de los pequeños, estaba débil y me salvó.

Salmos 84:12

¡Oh Señor Sabaot, feliz el que confía en ti!

Salmos 31:23

Amen al Señor todos sus fieles, pues él guarda a los que le son leales, pero les devolverá el doble a los soberbios.

2 Timoteo 1:12

y por el que ahora padezco esta nueva prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he puesto mi confianza y estoy convencido de que tiene poder para guardarme hasta aquel día lo que deposité en sus manos.

Proverbios 2:8

Está alerta a lo largo del buen camino para proteger el caminar de sus fieles.

Salmos 146:5

Dichoso aquel que al Dios de Jacob tiene de ayuda y pone su esperanza en el Señor, su Dios,

Salmos 9:10

Que en ti confíen los que veneran tu nombre, porque no abandonas, Señor, a los que te buscan.

Salmos 7:1

Señor, Dios mío, en ti yo me refugio, líbrame de mis perseguidores, sálvame.

Salmos 125:1

Los que buscan apoyo en el Señor se parecen al monte Sión: inconmovible y estable para siempre.

Salmos 97:10

Amados del Señor, odien el mal, pues él cuida las almas de sus fieles y los libra de manos de malvados.

Salmos 60:1

Oh Dios, nos rechazaste, nos hiciste pedazos, tú estabas enojado, pero vuelve a nosotros.

Salmos 37:28

Porque el Señor ama lo que es justo y no abandona jamás a sus amigos. Los pecadores perecerán para siempre y se acabará la raza de los malos.

Salmos 25:20

Defiende mi vida, líbrame: no quede confundido por haber confiado en ti.

Salmos 17:5

Afirma mis pasos en tus caminos para que no tropiecen mis pies.

2 Corintios 1:9

Sentimos en nosotros una sentencia de muerte, pero eso fue sólo para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos.

Salmos 22:8

¡Confía en el Señor, pues que lo libre, que lo salve si le tiene aprecio!

Salmos 7:2

No sea que me atrapen como un león, y me arrastren sin que nadie me salve.