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Salmos 119:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 ¿Cómo un joven purifica su camino? Basta con que observe tus palabras.

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Biblia Reina Valera 1960

9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¿Cómo puede un joven mantenerse puro? Obedeciendo tu palabra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 b ¿Cómo podrá el joven mantener puro su camino? ¡Guardando tu palabra!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Bet. ¿Cómo podrá un joven seguir el buen camino? Cumpliendo tu palabra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 BET. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

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Salmos 119:9
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Evita los deseos desordenados, propios de la juventud. Busca la rectitud, la fe, el amor, y ten buenas relaciones con aquellos que invocan al Señor con corazón puro.


¡Sé valiente y ten ánimo! Trata de observar en todos sus puntos la ley que te dio mi servidor Moisés. No te apartes ni a la derecha ni a la izquierda, y tendrás éxito por donde vayas.


No recuerdes las faltas ni los extravíos de mi juventud; pero acuérdate de mí según tu amor.


En mi corazón escondí tu palabra para no pecar contra ti.


¡Hijo mío, si los pecadores quieren arrastrarte al mal, no los sigas! Tal vez te dirán:


Vengan, hijos, y pónganme atención, quiero enseñarles el temor del Señor.


Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he anunciado,


Muchacho, conoce la felicidad, mientras seas joven, y toma temprano las buenas decisiones. Elige tu camino como mejor te parezca, sin olvidar que Dios te pedirá cuenta de todo.


Hijos míos, escuchen la enseñanza de un padre, estén atentos para conocer la verdad.


La gente sencilla aprenderá a juzgar bien, los jóvenes se instruirán, su espíritu se abrirá.


y vi pasar a un muchacho, a uno de esos jóvenes que no piensan en nada.


Una vez terminados los días de esos banquetes, Job los mandaba a llamar para purificarlos; se levantaba muy temprano y ofrecía sacrificios por cada uno de ellos, pues decía: 'Puede que mis hijos hayan pecado y ofendido a Dios en su corazón. Así hacía Job.


El hijo menor juntó todos sus haberes, y unos días después se fue a un país lejano. Allí malgastó su dinero llevando una vida desordenada.


Ahora, pues, Yavé, Dios de Israel, cumple a favor de tu siervo David, mi padre, la promesa que le hiciste cuando dijiste: Nunca será quitado de mi presencia el de los tuyos que te suceda sentado en el trono de Israel, con tal de que tus hijos sigan tu camino y anden en mi Ley, como tú has andado delante de mí.


tú, que dictas contra mí amargas sentencias y que me achacas los pecados de la juventud,


Cuando suba al trono, deberá copiar para su uso esta ley, del libro de los sacerdotes levitas.


No he pecado en palabras, como pecan los hombres; he guardado las palabras de tus labios, y seguido las sendas del Soberano.


La prudencia velará por ti, la reflexión será tu salvaguardia;'


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