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Salmos 111:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Envió a su pueblo la liberación, fijó con él una alianza para siempre; santo y temible es su Nombre.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto; Santo y temible es su nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Él pagó el rescate completo por su pueblo y les ha garantizado para siempre el pacto que hizo con ellos. ¡Qué santo e imponente es su nombre!

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 p Ha enviado redención a su pueblo; x Ha establecido su pacto para siempre; q Santo y terrible es su Nombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pe. Él envía a su pueblo redención Sade. y prescribe su pacto por los siglos, Qof. él, el santo y terrible por su nombre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Redención ha enviado a su pueblo; para siempre ha ordenado su pacto: Santo y temible es su nombre.

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Salmos 111:9
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Que celebran tu nombre grande y terrible: '¡El es Santo!'


que se entregó por nosotros para rescatarnos de todo pecado y purificar a un pueblo que fuese suyo, dedicado a toda obra buena.


Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.


El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí: ¡Santo es su Nombre!


Y cantaban este cántico nuevo: Eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.


que es el anticipo de nuestra herencia. Por él va liberando al pueblo que hizo suyo, para que al fin sea alabada su Gloria.


Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tiene seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, es y ha de venir.


Que los bendiga el Dios de la paz que rescató de entre los muertos a Jesús, nuestro Señor, Pastor Supremo de las ovejas por haber derramado la sangre de la Alianza eterna;'


Y no fue la sangre de chivos o de novillos la que le abrió el santuario, sino su propia sangre, cuando consiguió de una sola vez la liberación definitiva.


En él y por su sangre fuimos rescatados, y se nos dio el perdón de los pecados, fruto de su generosidad inmensa


Si no guardas ni pones en práctica las palabras de esta Ley tales como están escritas en este libro, y no temes a ese Nombre glorioso y terrible, a Yavé, tu Dios,


tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados'.


Desde donde sale el sol hasta el ocaso, en cambio, todas las naciones me respetan y en todo el mundo se ofrece a mi Nombre tanto el humo del incienso como una ofrenda pura. Porque mi Nombre es grande en las mismas naciones paganas, dice Yavé de los ejércitos.


en todas sus pruebas. No era un delegado ni un ángel, sino él mismo, quien los salvaba. Lleno de amor y de piedad, él mismo los rescataba; se encargó de ellos y los guió durante todo el tiempo pasado.


Atiéndanme y acérquense a mí, escúchenme y su alma vivirá. Voy a hacer con ustedes una alianza para siempre, para darles los bienes que tengo prometidos a David.


Así habla el rey de Israel y su redentor, Yavé de los Ejércitos: 'Yo soy el primero y el último; no hay otro Dios fuera de mí.


¿Quién como Tú, Yavé, entre los dioses? ¿Quién como Tú, glorioso y santo, terrible en tus hazañas, autor de maravillas?


Ya las he maldecido, porque ninguno de ustedes toma su oficio en serio.


Y gritaban, respondiéndose el uno al otro: 'Santo, Santo, Santo es Yavé de los Ejércitos, su Gloria llena la tierra toda.


Dio el alimento a aquellos que le temen, se acuerda para siempre de su alianza.


Ensalcen al Señor, nuestro Dios, póstrense ante su santo monte: ¡Santo es el Señor nuestro Dios!


Ensalcen al Señor, nuestro Dios, póstrense ante la tarima de sus pies: ¡El es Santo!


Dios terrible en la asamblea de los santos, grande y temible para toda su corte.


Recuerda eternamente su alianza, la promesa que hizo a tantas generaciones.


¿No es eso mismo mi casa para Dios, para el que me reservó una alianza eterna bien ordenada y bien garantizada? ¿No hará que germine mi salvación, todo lo que yo he deseado?


Acuérdate de que tú también fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que Yavé, tu Dios, te dio la libertad: por esto hoy te doy este mandato.


Guiaste con amor al pueblo que rescataste, lo llevaste con poder a tu santa morada.


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