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Salmos 106:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 ¡Que veamos la dicha de tus elegidos, nos alegremos con el gozo de tu pueblo y nuestro orgullo sea el de tu familia!

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Biblia Reina Valera 1960

5 Para que yo vea el bien de tus escogidos, Para que me goce en la alegría de tu nación, Y me gloríe con tu heredad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Déjame tener parte en la prosperidad de tus elegidos. Permite que me alegre por el gozo de tu pueblo; concédeme alabarte con los que son tu herencia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Para que yo pueda ver el bien de tus escogidos, Para que me regocije en la alegría de tu nación, Y me gloríe con tu heredad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 que yo pueda gozar del bien de tus electos, alegrarme en la dicha de tu gente, gloriarme con tu herencia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Para que yo vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu gente, y me gloríe con tu heredad.

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Salmos 106:5
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

hizo salir a su pueblo alegremente, a sus elegidos entre gritos de gozo.


Que les ilumine la mirada interior, para que entiendan lo que esperamos a raíz del llamado de Dios, qué herencia tan grande y gloriosa reserva Dios a sus santos,


Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre.


Salta, llena de gozo, oh hija de Sión, lanza gritos de alegría, hija de Jerusalén. Pues tu rey viene hacia ti; él es santo y victorioso, humilde, y va montado sobre un burro, sobre el hijo pequeño de una burra.


¡Grita de gozo, oh hija de Sión, y que se oigan tus aclamaciones, oh gente de Israel! ¡Regocíjate y que tu corazón esté de fiesta, hija de Jerusalén!


Alégrense con Jerusalén, y que se feliciten por ella todos los que la aman. Siéntanse, ahora, muy contentos con ella todos los que por ella anduvieron de luto,


¡Grita de contento y de alegría, oh Sión, porque grande es, en medio de ti, el Santo de Israel!'


raza de Abrahán, su servidor, hijos de Jacob, su elegido!


Es como árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y tiene su follaje siempre verde. Todo lo que él hace le resulta.


Harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y con él vencerán los suyos, los llamados y elegidos y que se mantienen fieles.


Pero nosotros tenemos que dar gracias en todo momento por ustedes, hermanos amados por el Señor, pues ustedes son la parte de Dios y fueron elegidos para que se salvaran mediante la fe verdadera y fueran santificados por el Espíritu.


Nosotros somos los verdaderos circuncidados, pues servimos a Dios en espíritu y confiamos no en cosas humanas, sino en Cristo Jesús.


En Cristo Dios nos eligió antes de que creara el mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha. En su amor


Así también ustedes ahora sienten tristeza, pero yo los volveré a ver y su corazón se llenará de alegría, y nadie les podrá arrebatar ese gozo.


Y ustedes, hijos de Sión, alégrense en Yavé, su Dios, porque él les da la lluvia de otoño para la fertilidad y hace caer agua en otoño y primavera como antes.


y toda la raza de Israel conseguirá con Yavé el triunfo y la gloria.


y por ahí regresarán los libertados por Yavé; llegarán a Sión dando gritos de alegría, y con una dicha eterna reflejada en sus rostros; la alegría y la felicidad los acompañarán y ya no tendrán más pena ni tristeza.


Clamores de alegría y de triunfo resuenan en las tiendas de los justos: '¡La diestra del Señor hizo proezas,


Impone tu diestra tu justicia; se alegra el monte Sión; los pueblos de Judá saltan de gozo al presenciar tus juicios.


¿Quién traerá de Sión la salvación de Israel? Cuando a su pueblo Dios traiga de vuelta, habrá alegría en Jacob, Israel será colmado.


Eres un pueblo consagrado a Yavé, tu Dios. Yavé te ha elegido de entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra, para que seas su propio pueblo.


Pero ustedes son una raza elegida, un reino de sacerdotes, una nación consagrada, un pueblo que Dios hizo suyo para proclamar sus maravillas; pues él los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.


Miren, hermanos, ¿acaso no ha escogido Dios a los pobres de este mundo para hacerlos ricos en la fe? ¿No les dará el reino que prometió a quienes lo aman?


El Señor le contestó: 'Vete. Este hombre es para mí un instrumento excepcional, y llevará mi Nombre a las naciones paganas y a sus reyes, así como al pueblo de Israel.


Pero la parte de Yavé fue su pueblo, Jacob fue su propio dominio.


¿y tú intentas destruir una ciudad que es madre de ciudades de Israel? ¿Por qué vas a destruir la herencia de Yavé?'


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