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Salmos 104:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡Bendice al Señor, alma mía! ¡Eres muy grande, oh Señor, mi Dios, vestido de gloria y majestad,

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Biblia Reina Valera 1960

1 Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido; Te has vestido de gloria y de magnificencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Que todo lo que soy alabe al Señor. ¡Oh Señor mi Dios, eres grandioso! Te has vestido de honor y majestad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Bendice alma mía a YHVH. ¡Oh YHVH, Dios mío, cuánto te has engrandecido! Te has revestido de gloria y majestad,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Bendice, alma mía, al Señor.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Bendice alma mía a Jehová. oh Jehová mi Dios, mucho te has engrandecido; te has vestido de gloria y de majestad.

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Salmos 104:1
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Bendigan al Señor todas sus obras, en todos los lugares de su dominio.


Grande es el Señor, muy digno de alabanza, y no puede medirse su grandeza.


Honor y Majestad van precediéndole, y en su santuario están Fuerza y Esplendor.


Se puso la justicia como coraza y se colocó en su cabeza su casco que es la salvación. Se vistió con la venganza como si fuese túnica y se arropó con el celo como un chal.


Reina el Señor, vestido de grandeza, el Señor se revistió de poder, lo ciñó a su cintura, el mundo está ahora firme e inamovible.


Le supliqué a Yavé, mi Dios y le hice esta confesión: '¡Ah, mi Señor, Dios grande y temible que conservas la alianza y tu misericordia con los que te aman y observan tus mandamientos!'


¡Desaparezcan de la tierra los pecadores y que no existan más los malvados! ¡Alma mía, bendice al Señor!


¿O puede un hombre ocultarse en un escondite sin que yo lo vea?, dice Yavé. El cielo y la tierra, ¿no los lleno yo?, dice Yavé.


Señor, Dios mío, en ti yo me refugio, líbrame de mis perseguidores, sálvame.


Mi Dios, mi Santo ¿no eres tú el Yavé de antes que no puede morir? ¿Has hecho de este pueblo, oh Yavé, el instrumento de tu justicia? ¿Acaso lo has escogido, Roca mía, para corregirnos?


Seguía mirando, pusieron unos tronos y un anciano se sentó; su ropa era blanca como la nieve, los cabellos de su cabeza eran como la lana blanca, su trono era de llamas de fuego con ruedas de fuego ardiente.


Pues el Señor es un Dios grande, un rey grande por encima de todos los dioses.


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