Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Salmos 102:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 No me escondas tu cara en el día de mi desgracia, vuelve tus oídos hacia mí el día que te invoco, apresúrate en responderme.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

2 No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 No te alejes de mí en el tiempo de mi angustia. Inclínate para escuchar y no tardes en responderme cuando te llamo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia! ¡Inclina a mí tu oído! ¡Respóndeme pronto el día en que te invoco!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Señor, escucha mi plegaria, que a ti llegue mi clamor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 No escondas de mí tu rostro: en el día de mi angustia inclina a mí tu oído; en el día que te invocare, apresúrate a responderme.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Salmos 102:2
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No escondas a tu siervo tu rostro, me siento angustiado, respóndeme pronto.


Ahora, pues, esperaré en Yavé, que esconde su rostro al pueblo de Jacob; en él confío.


Es tu rostro, Señor, lo que yo busco, no me escondas tu cara. Con enojo a tu siervo no rechaces; eres tú mi defensa, ¡no me abandones, no me dejes solo, mi Dios y Salvador!'


Si escondes tu cara, quedan anonadados, recoges su espíritu, expiran y retornan a su polvo.


Dígnate, oh Dios, librarme; apresúrate, Señor, en socorrerme.


De hecho, ustedes todavía no han sufrido más que pruebas muy ordinarias. Pero Dios es fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. En el momento de la tentación les dará fuerza para superarla.


Apresúrate, Señor, en responderme, porque me estoy quedando sin resuello; no me escondas tu cara, que no sea de los que bajan a la fosa.


En tu justicia tú querrás defenderme, inclina a mí tu oído y sálvame.


Si atraviesas el río, yo estaré contigo y no te arrastrará la corriente. Si pasas por medio de las llamas, no te quemarás, ni siquiera te chamuscarás.


Dígnate liberarme, Señor; Señor, ven pronto a socorrerme.


Inclina tu oído hacia mí, date prisa en liberarme. Sé para mí una roca de refugio, el recinto amurallado que me salve.


Pero tú, Señor, no te quedes lejos; ¡fuerza mía, corre a socorrerme!'


¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?


Si Dios calla, ¿quién lo moverá? Si esconde su rostro, ¿quién lo descubrirá? Vela sobre las naciones y los individuos,


¿No puedes soportar mi falta y hacer la vista gorda ante mi pecado? Porque pronto me voy a acostar en el polvo, y cuando me busques, ya no existiré.


Antes que me llamen les responderé, y antes que terminen de hablar habrán sido atendidos.


Durante este largo período murió el rey de Egipto. El pueblo de Israel sufría bajo la esclavitud. Gritaban, y su grito subía desde los lugares de trabajo hasta Dios.


Oyó Dios sus lamentos, y se acordó de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob.


Escuha mi grito, Señor, atiende a mis clamores, presta atención a mi plegaria pues no hay engaño en mis labios.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម