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Salmos 101:3 - Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Nada tendré en vista que pueda ser malvado. Odio el proceder de los extraviados, no permitiré que se me pegue.

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Biblia Reina Valera 1960

3 No pondré delante de mis ojos cosa injusta. Aborrezco la obra de los que se desvían; Ninguno de ellos se acercará a mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Me negaré a mirar cualquier cosa vil o vulgar. Detesto a los que actúan de manera deshonesta; no tendré nada que ver con ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 No consideraré ningún asunto de Belial. Aborrezco la obra de los que se desvían,° no se me pegará.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 No pondré por punto de mis miras un propósito infame; aborrezco que se tramen rebeliones: yo no me he de contagiar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 No pondré delante de mis ojos cosa inicua; aborrezco la obra de los que se desvían; no se acercarán a mí.

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Salmos 101:3
44 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Guarda mis ojos de mirar cosas vanas, me darás vida en tus caminos.


Yo había hecho ese pacto con mis ojos de ni siquiera mirar a una doncella.


No sueñes con su belleza, ni te dejes conquistar por sus miradas.


Pero yo les digo: Quien mira a una mujer con malos deseos, ya cometió adulterio con ella en su corazón.


Feliz el hombre que cuenta con el Señor, que no escucha a los cínicos ni se pierde en sus mentiras.


No codicies la casa de tu prójimo. No codicies su mujer, ni sus servidores, su buey o su burro. No codicies nada de lo que le pertenece.


No te dejes llevar por consideraciones indignas como de ser ésta: 'Ya pronto llega el año séptimo, el año de la remisión', y mires entonces con malos ojos a tu hermano pobre y no le prestes nada. No sea que llame contra ti a Yavé y cargues tú con un pecado.


Más les valdría no haber conocido los caminos de la santidad que, después de haberlos conocido, apartarse de la santa doctrina que les fue enseñada.


pero si ahora conocen a Dios o, más bien, Dios los ha conocido a ustedes, ¿cómo pueden volver a normas y principios miserables y sin fuerza? ¿Quieren ser de nuevo sus esclavos?


Que el amor sea sincero. Aborrezcan el mal y procuren todo lo bueno.


Pero nada ves o conoces sino tu propio interés; y esto, derramando sangre, y manteniendo la opresión y la violencia.


Más vale creer en lo que se ve que dejarse llevar por sus deseos: pues allí también no se retiene nada y se corre tras el viento.


¡Tengan pues ánimo! Observen y pongan en práctica todo lo que está escrito en el libro de la Ley de Moisés. No se aparten ni a la derecha ni a la izquierda,


Nosotros no somos de los que se retiran y pierden, sino que somos hombres de fe que salvan sus almas.


Odio los corazones repartidos y amo tu Ley.


Nuevamente tentaron a su Dios y enojaron al Santo de Israel.


Todos están descarriados, y juntos se han corrompido. No queda ni un hombre honrado ni uno de muestra siquiera.


Bien pronto se han apartado del camino que yo les había indicado. Se han hecho un ternero de metal fundido y se han postrado ante él. Le han ofrecido sacrificios y han dicho: Israel, aquí están tus dioses que te han sacado de Egipto.


Si les gustan unos campos, se los roban; si unas casas, se las toman. Se apoderan de la casa y de su dueño, de un hombre y de su propiedad.


El que actúa siempre con honradez, el que dice la verdad y que se niega a conseguir algo con trampa; el que retira su mano para no aceptar la coima, que no quiere oír sugerencias criminales y no quiere ver procederes malos.


Desvíense del camino, no sigan esa ruta, quiten de nuestros ojos al Santo de Israel.


Había dicho: 'Andaré derecho, para que no peque por mi lengua, le pondré a mi lengua una mordaza mientras el malvado se yergue ante mí'.


Mas a los que son dobles y traidores, los eche el Señor con los malhechores.


Amados del Señor, odien el mal, pues él cuida las almas de sus fieles y los libra de manos de malvados.


Se corrían y traicionaban como sus padres, le fallaban como arco que no apunta.


Sus palabras son fraude y maldad; renunció a ser sensato, a obrar el bien.


Me pesa de haber dado la realeza a Saúl, porque se apartó de mí y no obedeció mis órdenes'. Samuel se sintió muy disgustado por eso y suplicó a Yavé toda la noche.


luego, amontonarás los despojos en medio de la plaza y prenderás fuego a la ciudad con todos sus despojos para cumplir la maldición de Yavé. Esta ciudad quedará convertida en un montón de ruinas para siempre, y jamás volverá a ser edificada.


Esa gente salió de entre nosotros, pero no eran de los nuestros; si hubieran sido de los nuestros, se habrían quedado con nosotros. Así es como descubrimos que no todos son de los nuestros.


Hasta mi amigo seguro en el que yo confiaba, que mi pan compartía, se ha vuelto en contra mía.


Con un odio perfecto yo los odio y para mí también son enemigos.


El pillo, el marrullero, anda con risitas;'


guiña un ojo, arrastra los pies, hace sonar los dedos.


(Aborrecer el mal es temer a Yavé.) Aborrezco el orgullo y la arrogancia, los caminos que conducen al mal y a la hipocresía.


no anden pensando cómo perjudicar a otro; no sean amigos de jurar en falso. Porque éstas son las cosas que aborrezco, dice Yavé.


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