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Salmos 10:17 - Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Tú escuchas, Señor, el ruego de los humildes, reconfortas su corazón y están atentos tus oídos

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Biblia Reina Valera 1960

17 El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Señor, tú conoces las esperanzas de los indefensos; ciertamente escucharás sus clamores y los consolarás.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 t Oh YHVH, Tú has oído el anhelo de los humildes, Sosiegas su corazón, tienes atento tu oído,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Tau. El anhelo de los pobres tú lo sientes, Señor; confórtalos y atiéndelos, vengando los derechos del huérfano y del débil, y no siembre más terror el hombre de la tierra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 El deseo de los humildes has oído: oh Jehová: Tú prepararás su corazón, e inclinarás tu oído para oír;

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Salmos 10:17
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Les da en el gusto a todos los que lo temen, escucha su clamor y los salva.


Tu corazón se ha conmovido y te has humillado delante de Dios al oír mis palabras contra este lugar y sus habitantes; te has humillado ante mí, has rasgado tus vestidos y has llorado ante mí; por eso yo, a mi vez, he oído, palabra de Yavé.


Pero tiene puestos sus ojos en los justos y sus oídos pendientes de sus clamores.


Porque el Señor tiene los ojos puestos sobre los justos y los oídos atentos a sus peticiones; mas el Señor se opone a los que hacen el mal.


Antes que me llamen les responderé, y antes que terminen de hablar habrán sido atendidos.


Pon tu alegría en el Señor, él te dará lo que ansió tu corazón.


Oh, Yavé, Dios de nuestros padres Abraham, Isaac e Israel, conserva perpetuamente estos pensamientos en el corazón de tu pueblo, y dirige tú su corazón hacia ti.


Pues pide cuentas por la sangre vertida, se acuerda de los oprimidos y no olvida su clamor.


También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la autoridad de los Ancianos. Traten de rivalizar en sencillez y humildad unos con otros, porque Dios resiste a los orgullosos, pero da su gracia a los humildes.


Humíllense ante el Señor y él los ensalzará.


cuando atienda la oración del despojado y no se haga sordo a su plegaria.


También en Judá se dejó sentir la mano de Dios que les dio un mismo corazón para cumplir el mandato del rey y de los jefes, según la palabra de Yavé.


pero Dios tiene mejores cosas que dar. Y la Escritura añade: Dios resiste a los orgullosos, pero hace favores a los humildes.


En él ahora nos acercamos a Dios con plena confianza, con la fe que él nos ha dejado.


Y por él los dos pueblos llegamos al Padre en un mismo Espíritu.


Somos débiles, pero el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, sin palabras, como con gemidos.


Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.


Yavé aborrece el sacrificio de los malvados, pero acoge con alegría la oración de los justos.


Lo que el malvado temía le sucede; lo que el justo deseaba se le concede.


Porque no será olvidado el pobre para siempre ni será en vano la esperanza del humilde.


Ezequías y el pueblo entero se pusieron alegres por lo que Dios acababa de hacer en medio de ellos; pues todo se hizo rápidamente.


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