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Romanos 8:6 - Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Pero no hay sino muerte en lo que ansía la carne, mientras que el espíritu anhela vida y paz.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Por lo tanto, permitir que la naturaleza pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les controle la mente lleva a la vida y a la paz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Porque la manera de pensar de la carne es muerte, pero la manera de pensar del espíritu, es vida y paz;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Pero el anhelo de la carne termina en muerte; mientras que el anhelo del Espíritu, en vida y paz.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Porque la mente carnal es muerte, pero la mente espiritual, es vida y paz.

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Romanos 8:6
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El que siembra en el espíritu, cosechará del espíritu la vida eterna.


Los proyectos de la carne están en contra de Dios, pues la carne no se somete a la ley de Dios, y ni siquiera puede someterse.


Si viven según la carne, necesariamente morirán; más bien den muerte a las obras del cuerpo mediante el espíritu, y vivirán.


Más bien revístanse del Señor Jesucristo, y no se dejen arrastrar por la carne para satisfacer sus deseos.


El pecado paga un salario, y es la muerte. La vida eterna, en cambio, es el don de Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor.


En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad,


Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo.


Pero con todas esas cosas de las que ahora se avergüenzan, ¿cuál ha sido el fruto? Al final está la muerte.


Piensen que el Reino de Dios no es cuestión de comida o bebida, sino de justicia, de paz y alegría en el Espíritu Santo.


Cuando no éramos más que 'carne', la Ley estimulaba las pasiones propias del pecado, que actuaban en nuestro cuerpo produciendo frutos de muerte.


Jesús contestó: 'Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.


El pecado se aprovechó del precepto y me engañó, para que después el precepto me causara la muerte.


Cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con él por la muerte de su Hijo; con mucha más razón ahora su vida será nuestra plenitud.


Por la fe, pues, hemos sido reordenados, y estamos en paz con Dios por medio de Jesucristo, nuestro Señor.


Ahora, Padre, dame junto a ti la misma Gloria que tenía a tu lado antes que comenzara el mundo.


Y Aquel que penetra los secretos más íntimos entiende esas aspiraciones del Espíritu, pues el Espíritu quiere conseguir para los santos lo que es de Dios.


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