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Romanos 8:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 En Cristo Jesús la ley del Espíritu de vida te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 porque la ley del Espíritu de vida en Jesús el Mesías te ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Porque la ley del Espíritu, dador de la vida en Cristo Jesús, me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

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Romanos 8:2
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El pecado ya no los volverá a dominar, pues no están bajo la Ley, sino bajo la gracia.


El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad.


Y, liberados del pecado, se hicieron esclavos del camino de justicia.


Incluso nos ha hecho encargados de una nueva alianza, que ya no es cosa de escritos, sino del Espíritu. Porque lo escrito da muerte, mientras que el Espíritu da vida.


Está escrito que el primer Adán era hombre dotado de aliento y vida; el último Adán, en cambio, será espíritu que da vida.


Por tanto, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres.


entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.


Lo mismo pasa con ustedes, hermanos, pues han muerto a la Ley en la persona de Cristo, y han pasado a pertenecer a otro, al que resucitó de entre los muertos, a fin de que diéramos fruto para Dios.


Ahora, en cambio, siendo libres del pecado y sirviendo a Dios, trabajan para su propia santificación, y al final está la vida eterna.


El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida.


pero el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en un chorro que salta hasta la vida eterna.


Jesús le dijo: 'Si conocieras el don de Dios, si supieras quién es el que te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y él te la daría.


Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.


En cuanto a mí, la misma Ley me llevó a morir a la Ley a fin de vivir para Dios. He sido crucificado con Cristo,


Y del mismo modo que el pecado estableció su reinado de muerte, así también debía reinar la gracia y, después de restablecernos en la amistad con Dios, nos llevará a la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.


Ahí me encuentro con una ley: cuando quiero hacer el bien, el mal se me adelanta.


Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un firme espíritu.


Después el ángel me mostró el río de agua de la vida, transparente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero.


Y ahora, ¿dónde están nuestros méritos? Fueron echados fuera.


Pero pasados los tres días y medio, un espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie, lo que provocó gran espanto entre los mirones.


pero advierto en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi espíritu, y paso a ser esclavo de esa ley del pecado que está en mis miembros.


Ahora bien, esta condenación ya no existe para los que viven en Cristo Jesús.


Saluden a Prisca y a Aquila, colaboradores míos en Cristo Jesús,


Lleven las cargas unos de otros, y así cumplirán la ley de Cristo.


Todo lo contrario el que fija su atención en la Ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como oyente olvidadizo, sino como activo cumplidor; éste será dichoso al practicarla.


Cuando ellos avanzaban, éstas avanzaban; cuando se detenían, se detenían éstas; cuando se elevaban desde la tierra, las ruedas igual se elevaban, porque el espíritu del ser estaba también en cada una de las ruedas.


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