Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Romanos 8:16 - Biblia Católica (Latinoamericana)

16 El Espíritu asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

16 El Espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Romanos 8:16
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y ¿cómo sabemos que permanecemos en Dios y él en nosotros? Porque nos ha comunicado su Espíritu.


y nos ha marcado con su propio sello al depositar en nosotros los primeros dones del Espíritu.


Ha sido Dios quien nos ha puesto en esta situación al darnos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir.


También ustedes, al escuchar la Palabra de la Verdad, el Evangelio que los salva, creyeron en él, quedando sellados con el Espíritu Santo prometido,


Somos débiles, pero el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, sin palabras, como con gemidos.


No entristezcan al Espíritu santo de Dios; éste es el sello con el que ustedes fueron marcados y por el que serán reconocidos en el día de la salvación.


Hay algo de lo que nos sentimos orgullosos: nuestra conciencia nos asegura que la santidad y la sinceridad de Dios han inspirado siempre nuestra conducta en este mundo, especialmente respecto a ustedes. No nos han movido razones humanas, sino la gracia de Dios.


Y también nosotros, aunque ya tengamos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir, gemimos en nuestro interior mientras esperamos nuestros derechos de hijos y la redención de nuestro cuerpo.


Quien cree en el Hijo de Dios está guardando en sí la declaración de Dios. Quien no cree, hace a Dios mentiroso, ya que no cree al testimonio de Dios en favor de su Hijo.


Yavé, Dios de ustedes, los tiene por sus hijos. No se hagan incisiones ni se corten el pelo en la frente por un difunto.


Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.


Además ya no pueden morir, sino que son como ángeles. Son también hijos de Dios, por haber nacido de la resurrección.


pero a todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios. Al creer en su Nombre


Nosotros somos testigos de esto y lo es también el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que le obedecen.


Todos aquellos a los que guía el Espíritu de Dios son hijos e hijas de Dios.


Algo entretiene la inquietud del universo, y es la esperanza de que los hijos e hijas de Dios se muestren como son.


O sea, que no basta ser hijo suyo según la carne para ser hijo de Dios; la verdadera descendencia de Abrahán son los hijos que le han nacido a raíz de la promesa de Dios.


Así como se les dijo: 'Ustedes no son mi pueblo', serán llamados 'hijos del Dios vivo'.


Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos e hijas, dice el Señor, Dueño del universo.


Ustedes están en Cristo Jesús, y todos son hijos de Dios gracias a la fe.


Ustedes ahora son hijos, por lo cual Dios ha mandado a nuestros corazones el Espíritu de su propio Hijo que clama al Padre: ¡Abbá!, o sea: ¡Papá!


Miren qué amor tan singular nos ha tenido el Padre: que no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él.


Amados, a pesar de que ya somos hijos de Dios, no se ha manifestado todavía lo que seremos; pero sabemos que cuando él aparezca en su gloria, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.


En esto se reconocen los hijos de Dios y los del Diablo: el que no sigue el camino de rectitud no es de Dios, y tampoco el que no ama a su hermano.


Esa será la herencia del vencedor: yo seré Dios para él y él será hijo para mí.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម