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Romanos 8:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Ahora bien, esta condenación ya no existe para los que viven en Cristo Jesús.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús;

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Jesús el Mesías,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Así pues, ahora ya no pesa ninguna condena sobre quienes están en Cristo Jesús.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

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Romanos 8:1
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Toda persona que está en Cristo es una creación nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha llegado.


Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición de la Ley, al hacerse maldición por nosotros, como dice la Escritura: Maldito todo el que está colgado de un madero.


Por la fe, pues, hemos sido reordenados, y estamos en paz con Dios por medio de Jesucristo, nuestro Señor.


Por gracia de Dios ustedes están en Cristo Jesús. El ha pasado a ser sabiduría nuestra venida de Dios, y nuestro mérito y santidad, y el precio de nuestra libertad.


¿Quién los condenará? ¿Acaso será Cristo, el que murió y, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios intercediendo por nosotros?


En verdad les digo: El que escucha mi palabra y cree en el que me ha enviado, vive de vida eterna; ya no habrá juicio para él, porque ha pasado de la muerte a la vida.


pero permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes. Una rama no puede producir fruto por sí misma si no permanece unida a la vid; tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mí.


Y quiero encontrarme en él, no teniendo ya esa rectitud que pretende la Ley, sino aquella que es fruto de la fe de Cristo, quiero decir, la reordenación que Dios realiza a raíz de la fe.


Ningún arma que hayan forjado contra ti resultará, y harás callar a cualquiera que te acuse. Este es el premio para los servidores de Yavé y la victoria que les garantizo, dice Yavé.


Todos aquellos a los que guía el Espíritu de Dios son hijos e hijas de Dios.


Todos mueren por estar incluidos en Adán, y todos también recibirán la vida en Cristo.


Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne.


Así, en adelante, la perfección que buscaba la Ley había de realizarse en los que no andamos por los caminos de la carne, sino por los del Espíritu.


ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.


Si ahora vivimos según el espíritu, dejémonos guiar por el Espíritu;'


Ya no hay diferencia entre judío y griego, entre esclavo y hombre libre; no se hace diferencia entre hombre y mujer, pues todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús.


Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre y ustedes están en mí y yo en ustedes.


Por lo tanto, si hago lo que no quiero, eso ya no es obra mía sino del pecado que habita en mí.


No soy yo quien obra el mal, sino el pecado que habita en mí. Bien sé que el bien no habita en mí, quiero decir, en mi carne.


Sé de un cierto creyente, el cual hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo. Si fue con el cuerpo o fuera del cuerpo, eso no lo sé, lo sabe Dios.


Saluden a Andrónico y Junías, mis parientes y compañeros de cárcel. Son apóstoles muy conocidos y se entregaron a Cristo antes que yo.


Saluden a Prisca y a Aquila, colaboradores míos en Cristo Jesús,


sigue mis mandamientos, observa mis leyes y actúa en todo con fidelidad. Ese hombre es justo y vivirá, palabra de Yavé.


No hay comparación entre lo que pasó con este pecador único y el don de Dios en la hora presente. La condenación procedía de una sentencia individual, pero ahora son rehabilitados una multitud de pecadores.


En Cristo Jesús la ley del Espíritu de vida te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.


Ustedes ya no están en la carne, sino que viven en el espíritu, pues el Espíritu de Dios habita en ustedes. Si alguno no tuviera el Espíritu de Cristo, éste no le pertenecería.


Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos está en ustedes, el mismo que resucitó a Jesús de entre los muertos dará también vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que habita en ustedes.


Ustedes están en Cristo Jesús, y todos son hijos de Dios gracias a la fe.


Carta de Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, a los santos que (en Efeso) están y perseveran en Cristo:


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