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Romanos 1:14 - Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Pues me siento en obligación con todos, ya sean griegos o extranjeros, cultos o sin estudios,

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Biblia Reina Valera 1960

14 A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Pues siento una gran obligación tanto con los habitantes del mundo civilizado como con los del resto del mundo, con los instruidos y los incultos por igual.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Deudor soy a los griegos y también a los bárbaros,° a los sabios y también a los ignorantes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Yo me debo tanto a griegos como a bárbaros, a sabios como a ignorantes;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 A griegos y a bárbaros; a sabios y a no sabios soy deudor.

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Romanos 1:14
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Ahí no se hace distinción entre judío y griego, pueblo circuncidado y pueblo pagano; ya no hay extranjero, bárbaro, esclavo u hombre libre, sino que Cristo es todo en todos.


El Señor le contestó: 'Vete. Este hombre es para mí un instrumento excepcional, y llevará mi Nombre a las naciones paganas y a sus reyes, así como al pueblo de Israel.


Pero el Señor me dijo: 'Anda; ahora te voy a enviar lejos, a las naciones paganas.


Vivan en armonía unos con otros. No busquen grandezas y vayan a lo humilde; no se tengan por sabios.


Dicho sea de paso, ustedes, que son tan inteligentes, aguantan bastante bien a los locos.


Todos saben que ustedes están muy abiertos a la fe, y eso me alegra; pero quiero que sean ingeniosos para el bien y firmes contra el mal.


No tengan deuda alguna con nadie, fuera del amor mutuo que se deben, pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido con la Ley.


Entonces, hermanos, no vivamos según la carne, pues no le debemos nada.


Creyéndose sabios, se volvieron necios.


Por allí pasará una buena carretera, que se llamará el camino santo; por él no transitará ningún impuro, y el sinvergüenza no se atreverá a pisarlo;'


Pues también nosotros fuimos de esos que no piensan y viven sin disciplina: andábamos descarriados, esclavos de nuestros deseos, buscando siempre el placer. Vivíamos en la malicia y la envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros.


Por eso lo soporto todo por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que se nos dio en Cristo Jesús y participen de la gloria eterna.


¿Cómo me atrevería a igualarme o a compararme con esa gente que proclama sus propios méritos? ¡Tontos! No tienen otro modelo ni usan otro criterio que ellos mismos.


Si alabas a Dios sólo con el espíritu, ¿qué hará el que se conforma con escuchar? ¿Acaso podrá añadir 'amén' a tu acción de gracias? Pues no sabe lo que has dicho.


pero si yo no conozco el significado de las palabras, seré un extranjero para el que habla, y el que habla será un extranjero para mí.


Que nadie se engañe. Si uno es sabio según el mundo y pasa por tal entre ustedes, que se haga tonto y llegará a ser sabio.


Hablamos, pues, de esto, no con los términos de la sabiduría humana, sino con los que nos enseña el Espíritu, expresando realidades espirituales para quienes son espirituales.


Quiero, hermanos, que entiendan este misterio y no se sientan superiores. Una parte de Israel va a quedarse endurecida hasta que el conjunto de las naciones haya entrado;'


Al ver los nativos a la víbora colgando de la mano de Pablo, se dijeron unos a otros: 'Sin duda éste es un asesino. Aunque se haya salvado del mar, la justicia divina no lo deja vivir.


Los nativos nos trataron con una cordialidad poco común, encendieron una gran hoguera y nos cuidaron a todos, ya que llovía y hacía frío.


En ese momento Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: 'Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los pequeñitos. Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad.


En aquella ocasión Jesús exclamó: 'Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has mantenido ocultas estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, pues así fue de tu agrado.


¡Aprendan a juzgar, ustedes que no saben; y sean más reflexivos, ustedes que no piensan!'


¿Por cuánto tiempo más, gente insignificante, preferirán sus estupideces? ¿Hasta cuándo los burlones se entretendrán con sus mofas y la gente estúpida se negará a saber?


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