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Proverbios 3:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Hijo mío, no te olvides de mis advertencias, que tu corazón sepa guardar mis mandamientos.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Hijo mío, nunca olvides las cosas que te he enseñado; guarda mis mandatos en tu corazón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Hijo mío, no olvides mis enseñanzas, Y tu corazón guarde mis mandamientos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Hijo mío, no olvides mis enseñanzas y guarda mis preceptos en tu corazón,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos;

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Proverbios 3:1
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Busca la sabiduría! ¡Hazte inteligente! No olvides lo que te digo, no menosprecies mis palabras.


En tus preceptos me deleitaré, jamás me olvidaré de tus palabras.


Escucha, hijo mío, los consejos de tu padre, no rechaces las advertencias de tu madre:


Jamás olvidaré tus ordenanzas pues por ellas me haces revivir.


Dame inteligencia para guardar tu Ley, y que la observe de todo corazón.


Esta es la alianza que yo pactaré con Israel en los días que están por llegar, dice Yavé: pondré mi ley en su interior, la escribiré en sus corazones, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.


En mi corazón escondí tu palabra para no pecar contra ti.


Cuiden de cumplir con todos los mandamientos que hoy les ordeno. Si lo hacen, vivirán y se multiplicarán y serán dueños de la tierra que prometió Yavé con juramento a sus padres.


Mira mi miseria y líbrame, pues no me he olvidado de tu Ley.


Mi pueblo languidece por falta de conocimiento, y como tú has dejado que se perdiera el conocimiento, yo también haré que pierdas mi sacerdocio. Te has olvidado de mi Ley, y también yo me olvidaré de tus hijos.


Pero ¡fíjate bien! Ten mucho cuidado de no olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto. Guárdalas en tu interior todos los días de tu vida, y repíteselas a tus hijos y a tus nietos.


Iba errante como oveja perdida, ven a buscar a tu servidor, pues bien sabes que no olvidé tus mandamientos.


Guárdate, pues, de olvidar la Alianza que Yavé ha pactado contigo y no te hagas ídolos, o sea imágenes de todo lo que Yavé tu Dios te ha prohibido.


porque podrían embriagarse, olvidarse de los decretos, y violar los derechos de los pobres.


¡Despierta, despierta, levántate, Jerusalén! Tú que te serviste de la misma mano de Yavé la copa que contenía su enojo y que hace perder los sentidos, te la tomaste hasta dejarla vacía.


Pero me muestro favorable hasta mil generaciones con los que me aman y observan mis mandamientos.


Alargaré sus días como lo desea y haré que pueda ver mi salvación'.


Las pecadores intentaron seducirme, pero no me he olvidado de tu Ley.


Acoge mis palabras, hijo mío, guarda mi enseñanza,


Les doy un saber bueno, no rechacen mi enseñanza.


Los cabellos blancos son una corona respetable: está al fin del camino de la justicia.


Atiéndeme, hijo mío, no pierdas de vista el camino que te indico.


Honra a tu padre y a tu madre, como Yavé, Dios tuyo, te lo tiene mandado, y tus días se prolongarán por mucho tiempo y te irá bien en la tierra que Yavé, tu Dios, te da.


sino que sigan en todo el camino que Yavé les ha marcado; así vivirán y tendrán éxito, y sus días se prolongarán en la tierra que pasará a ser suya.


Tenlas presentes en el espíritu, guárdalas en lo más profundo de tu corazón.


¿Quién llama? ¿No es la sabiduría? Esa voz, ¿no es la de la inteligencia?


La sabiduría construyó su casa, levantó sus siete columnas.


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