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Proverbios 27:18 - Biblia Católica (Latinoamericana)

18 El que cultiva a la higuera comerá de su fruto, el que cuida de su patrón recibirá un anticipo.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Como a los que cuidan de la higuera se les permite comer del fruto, así serán recompensados los empleados que protegen los intereses de su patrón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Quien cuida la higuera comerá higos, Y el que custodia a su amo recibirá honores.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 El que guarda la higuera come su fruto, el que atiende a su señor será estimado.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 El que cuida la higuera, comerá de su fruto; y el que atiende a su señor, será honrado.

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Proverbios 27:18
35 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Al agricultor que trabaja duro le corresponden en primer lugar los frutos de la cosecha. Entiende lo que quiero decirte;'


¿Qué soldado va a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién cuida ovejas y no se alimenta con la leche del rebaño?


Mi viña es sólo para mí y yo no más la cuido. Mil siclos para ti, Salomón, doscientos para los guardianes.


El que planta y el que riega están en la misma situación, y Dios pagará a cada uno según su trabajo.


Felices los sirvientes a los que el patrón encuentre velando a su llegada. Yo les aseguro que él mismo se pondrá el delantal, los hará sentar a la mesa y los servirá uno por uno.


El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el Padre le dará un puesto de honor.


Le contestó: 'Está bien, servidor bueno; ya que fuiste fiel en cosas muy pequeñas, ahora te confío el gobierno de diez ciudades.


Afortunado será este servidor si, al venir su señor, lo encuentra cumpliendo su deber.


¿Ves a un hombre que sabe desenvolverse? Este entrará al servicio de los reyes, no se quedará sirviendo a gente oscura.


Para esto han sido llamados, pues Cristo también sufrió por ustedes, dejándoles un ejemplo, y deben seguir sus huellas.


Que los sirvientes obedezcan a sus patrones con todo respeto, no sólo a los que son buenos y comprensivos, sino también a los que son duros.


Siervos, obedezcan en todo a sus amos de la tierra; no sólo en presencia del patrón o para ganar en consideración, sino con sinceridad, porque tienen presente al Señor.


¿No saben que los que trabajan en el servicio sagrado son mantenidos por el Templo, y los que sirven al altar reciben su parte de lo que ha sido ofrecido sobre el altar?


Apenas desapareció el ángel que le hablaba, Cornelio llamó a dos criados y a un soldado piadoso que estaba a su servicio.


Pero no será así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos,


Miren que yo se lo he advertido de antemano.


Un servidor astuto le ganará al hijo indigno; compartirá la herencia junto con los hijos.


Como los ojos de los siervos se fijan en la mano de su dueño, como miran los ojos de una esclava la mano de su dueña, así miran nuestros ojos al Señor, nuestro Dios, ¿cuándo tendrá piedad de nosotros?


Por eso, esto dice Yavé, el Dios de Israel: Yo había declarado que tu casa, la de tu padre, permanecería para siempre a mi servicio. ¡Pero ahora, dice Yavé, se acabó! Porque honro a los que me honran, pero los que me desprecian serán menospreciados.


Partió, pues, Moisés con Josué, su ayudante, y ascendió el monte de Dios.


¡Pero también tienes la lepra de Naamán, la que se te pegará a ti y a tu familia para siempre!' Y Guejazí se alejó de su presencia con una lepra blanca como la nieve.


El, por su parte, volvió a presentarse ante su patrón. Eliseo le dijo: '¿De dónde vienes Guejazí?' Este le dijo: 'Tu sirviente ha andado por aquí y por acullá'.


Josafat le preguntó: '¿No hay aquí algún profeta de Yavé por cuyo intermedio podamos consultar a Yavé?' Uno de los servidores del rey de Israel le dijo: 'Aquí está Eliseo hijo de Safat, el que derramaba el agua en las manos de Elías'.


El Señor contestó: 'Imagínense a un administrador digno de confianza y capaz. Su señor lo ha puesto al frente de sus sirvientes y es él quien les repartirá a su debido tiempo la ración de trigo.


No hagan caso a Ezequías, sino más bien al rey de Asur que les dice: Hagan la paz conmigo, ríndanse, y cada uno de ustedes seguirá comiendo de su viña y de su higuera, y bebiendo el agua de su cisterna.


El fierro aguza el fierro; uno se afina en contacto con el prójimo.


Las caras no se parecen y mucho menos los corazones.


No le hagan caso a Ezequías sino, más bien, al rey de Asur, quien les promete lo siguiente: Si hacen las paces conmigo y se rinden a mí, cada uno de ustedes comerá los frutos de su viña y de su higuera y tomará del agua de su pozo,


Amán tomó el manto y el caballo, se lo hizo poner a Mardoqueo y lo paseó a caballo por la ciudad, e iba delante de él pregonando: '¡Esto es lo que se hace con un hombre a quien el rey quiere honrar!»'


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