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Proverbios 16:14 - Biblia Católica (Latinoamericana)

14 ¡El enojo del rey es peligro de muerte! Pero un hombre sabio puede apaciguarlo.

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Biblia Reina Valera 1960

14 La ira del rey es mensajero de muerte; Mas el hombre sabio la evitará.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 El enojo del rey es amenaza de muerte; el sabio tratará de aplacarlo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 La ira del rey es heraldo de muerte, Pero el hombre sensato logrará aplacarlo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 La cólera del rey es presagio de muerte, pero el hombre sabio la mitiga.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 La ira del rey es como mensajero de muerte; mas el hombre sabio la aplacará.

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Proverbios 16:14
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La cólera del rey es como el rugido del león; el que la provoca arriesga su vida.


El furor del rey es como el rugido del león, su benevolencia es como el rocío sobre la hierba.


Nos presentamos, pues, como embajadores de Cristo, como si Dios mismo les exhortara por nuestra boca. En nombre de Cristo les rogamos: ¡déjense reconciliar con Dios!


Por aquel entonces Herodes estaba muy irritado con los ciudadanos de Tiro y de Sidón. De común acuerdo se presentaron ante él y, después de ganarse a Blasto, tesorero del rey, buscaron una solución pacífica, ya que su país dependía del de Herodes para su abastecimiento.


Ordenó, pues, a un verdugo que le trajera la cabeza de Juan. Este fue a la cárcel y le cortó la cabeza.


Si el príncipe monta en cólera contra ti, no dejes tu puesto, la calma evitará muchas desgracias.


El malvado sólo piensa en rebelarse, pero se le mandará un ángel de infortunio.


Faraón se enojó contra el que le preparaba las bebidas y contra su panadero,


El hombre arrebatado arma peleas, el que demora en enojarse trae la calma.


El que manda con justicia es apreciado por el rey; él ama a los hombres rectos.


¡Si se ilumina el rostro del rey es señal de vida! Su benevolencia es como lluvia de primavera.


Los que sólo saben criticar alborotan la ciudad, pero los sabios apaciguan la cólera.


El rey se paró de la mesa muy enojado y salió al jardín del palacio. Amán, por su parte, se quedó para implorar su salvación a la reina Ester, porque veía bien que el rey había decidido su muerte.


Muchos buscan los favores del poder, pero Yavé es el que fija la suerte de cada cual.


Daniel fue entonces a decirle al rey: 'Concédeme un plazo y te daré la explicación del sueño'.


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