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Proverbios 12:22 - Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Yavé detesta los labios mentirosos, pero favorece a los que pronuncian la verdad.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 El Señor detesta los labios mentirosos, pero se deleita en los que dicen la verdad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Abominación a YHVH es el labio mentiroso, Pero su deleite está en los que obran fielmente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Yahveh abomina los labios mentirosos y se complace en quienes practican la verdad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Los labios mentirosos son abominación a Jehová; mas los obradores de verdad son su contentamiento.

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Proverbios 12:22
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

A los que hablan mentiras los destruyes: Odia el Señor a violentos y embusteros.


Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.


Yavé aborrece al hombre corrompido, los que permanecen íntegros obtienen su favor.


Se acerca el tiempo, dice Yavé, en que castigaré a los circuncidados junto con los que no lo son:


Los guías de este pueblo lo han extraviado y sus dirigidos se han perdido.


Yavé odia la balanza falsa, le agrada el peso justo.


Porque desanimaron con mentiras al hombre bueno, siendo que yo no quería que se desanimara. Y le dieron seguridad al malvado, quien no renunció a su mal comportamiento para recuperar la vida.


Yavé aborrece el sacrificio de los malvados, pero acoge con alegría la oración de los justos.


Por un puñado de cebada o un mendrugo de pan me desacreditan frente a mi pueblo, hacen que mueran los que no deben morir y dejan con vida a los que no deben vivir, engañan a mi pueblo y mi pueblo hace caso a la mentira.


Pero para los cobardes, los renegados, los corrompidos, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras, en una palabra, para todos los falsos, su lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre, que es la segunda muerte.


Pero el viejo profeta le replicó: 'Yo también soy un profeta como tú y un ángel me habló. Me transmitió esta orden de Yavé: Haz que se venga contigo a tu casa para que coma pan y beba agua'. Era una mentira.


Salva mi alma, Señor, de los labios mentirosos, de la lengua calumniadora.


Un lenguaje noble no le cae bien a un tonto, y menos aún la mentira a un príncipe.


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