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Oseas 8:13 - Biblia Católica (Latinoamericana)

13 ¿Acaso quieren ofrecer sacrificios? ¡Que los ofrezcan, pues, y que se coman la carne! Pero Yavé no se siente agradecido por ellos, pues se está acordando de su falta; va a castigar sus pecados y los va a mandar nuevamente a Egipto.

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Biblia Reina Valera 1960

13 En los sacrificios de mis ofrendas sacrificaron carne, y comieron; no los quiso Jehová; ahora se acordará de su iniquidad, y castigará su pecado; ellos volverán a Egipto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Al pueblo le encanta ofrecerme sacrificios, y se deleitan con la carne, pero no acepto sus sacrificios. Yo haré responsable a mi pueblo de sus pecados y lo castigaré; ellos volverán a Egipto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Aunque inmolen víctimas en mi honor, Y coman la carne, YHVH no las aceptará. Tiene presente su iniquidad y castigará sus pecados. Tendrán que volver a Egipto.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Aunque inmolen sacrificios sangrientos, sacrifican carne y se la coman, Yahveh no se complace en ellos. Recordará su iniquidad y castigará sus pecados. Tendrán que volver a Egipto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Para los sacrificios de mis ofrendas sacrificaron carne, y se la comieron; pero no los aceptó Jehová; ahora se acordará de su iniquidad y visitará su pecado; ellos volverán a Egipto.

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Oseas 8:13
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Se han corrompido profundamente como aquel día en Guibea, pero Yavé se acordará de su culpa y castigará sus pecados.


Ustedes saldrán, pero huyendo después de la derrota. Egipto los recogerá, y en Menfis serán sepultados. Las ortigas guardarán sus tesoros de plata y las zarzas crecerán en sus casas.


Pero no, pues Yavé jura, por su Tierra Santa, que jamás ha de olvidar lo que ustedes hacen.


Por más que me ofrezcan víctimas consumidas por el fuego, no me gustan sus ofrendas ni me llaman la atención sus sacrificios.


Pero ¡volverán a Egipto! Ya que no han querido volver a mí, tendrán por rey a Asiria.


Con sus ovejas y sus bueyes irán en busca de Yavé, pero no lo encontrarán porque se ha alejado de ellos.


Esto dice Yavé respecto de este pueblo: ¡Cómo les gusta correr de acá para allá, si no paran un momento! Yavé no los quiere, pues se acuerda ahora de sus crímenes y del castigo que merecen.


¿Por qué tantos sacrificios en mi honor? -dice Yavé. Ya estoy saciado de sus animales, de la grasa de sus terneros. No me agrada la sangre de sus novillos, de sus corderos y chivos.


Yavé te volverá a llevar a Egipto por tierra y por mar, a pesar de que te dijo: 'No volverás a verlos. Allí ustedes querrán venderse a sus enemigos como esclavo y como sirvientas, pero no habrá comprador.


La Gran Ciudad se abrió en tres partes y las ciudades de las naciones se desplomaron. Acababan de acordarse ante Dios de la Gran Babilonia y le iban a pasar la copa del vino puro de su ira.


El que come y bebe indignamente, come y bebe su propia condenación por no reconocer el cuerpo.


Ustedes, pues, se reúnen, pero ya no es comer la Cena del Señor,


Hablaré a los profetas, multiplicaré las visiones y dictaré sentencias por medio de los profetas.


Prefieren lo que es malo y son como un arco que no apunta. Sus jefes morirán acuchillados por haber proferido tantas injurias, y en Egipto se reirán de ellos.


Ellos no se fijan que tengo presente su maldad. Ahora mismo sus obras están delante de mí acusándolos.


Trataré al sacerdote como al pueblo y le pediré cuentas por su conducta; a cada cual retribuiré según sus obras.


Yavé siente horror por el sacrificio de los malvados, sobre todo si ofrecen con una mala intención.


Samuel le contestó: '¿Piensas acaso que a Yavé le gustan más los holocaustos y los sacrificios que la obediencia a su palabra? La obediencia vale más que el sacrificio, y la fidelidad, más que la grasa de los carneros.


Pero tú, sigue, y conduce al pueblo al lugar que te indiqué. Mi Angel irá delante de ti, pero algún día los visitaré y les pediré cuentas de su pecado.


Nada hay tan oculto que no haya de ser descubierto o tan escondido que no haya de ser conocido.


Por lo tanto, no juzguen antes de tiempo; esperen que venga el Señor. El sacará a la luz lo que ocultaban las tinieblas y pondrá en evidencia las intenciones secretas. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que se merece.


¿Qué me importa a mí el incienso importado de Saba y la canela fina que viene de un país lejano? Ya no me gustan los holocaustos que ustedes hacen, y sus sacrificios me caen mal.


La gente de Israel no confiará más en él, sino que se acordarán del pecado que cometieron volviéndose a Egipto; entonces sabrán que yo soy Yavé.


Efraím es como una paloma tonta y sin juicio, pues o bien llaman a Egipto, o bien parten a Asiria.


Ha llegado la hora de rendir cuentas; ha llegado la hora del desquite: ¡que todo Israel lo sepa! Los profetas serán como locos y los inspirados ya no sabrán qué decir, pues, así como fue grande tu pecado, enorme será tu desastre.


Porque me gusta más el amor que los sacrificios, y el conocimiento de Dios, más que víctimas consumidas por el fuego.


No me di a conocer más que a ustedes entre todas las naciones de la tierra, y por esta razón los castigaré de un modo especial por todas sus maldades.


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