Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Oseas 7:13 - Biblia Católica (Latinoamericana)

13 ¡Ay de ellos que se han alejado de mí! ¡Que la desgracia se los lleve, porque me han traicionado! ¿Acaso debo liberarlos, después que me han sido infieles?

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

13 ¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí; destrucción vendrá sobre ellos, porque contra mí se rebelaron; yo los redimí, y ellos hablaron mentiras contra mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

13 »¡Qué aflicción les espera a los que me han abandonado! Déjenlos morir porque se han rebelado contra mí. Yo deseaba redimirlos, pero han dicho mentiras de mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

13 ¡Ay de ellos, porque andan lejos de mí! ¡Destrucción sobre ellos, porque se rebelaron contra mí! ¿He de redimirlos cuando ellos me calumnian?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 ¡Ay de ellos, por haber huido de mí! ¡Desdichados por rebelarse contra mí! Quiero salvarlos, pero mienten sobre mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 ¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí; destrucción vendrá sobre ellos, porque contra mí se rebelaron; yo los redimí, y ellos hablaron mentiras contra mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Oseas 7:13
42 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por más que críen hijos, se los quitaré antes que lleguen a hombres. ¡Ay de ellos cuando me aparte de ellos!


Y mi visión continuó: oí a un águila que volaba por lo más alto del cielo y que decía con voz potente: '¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra cuando resuene el sonido de las trompetas que los tres últimos ángeles van a tocar!'


Si dijéramos que no hemos pecado, sería como decir que él miente, y su palabra no estaría en nosotros.


¡Jerusalén, Jerusalén, qué bien matas a los profetas y apedreas a los que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, y tú no has querido!


Yo te saqué de Egipto y te rescaté de la casa de los esclavos; yo puse para que te guiaran a Moisés, Aarón y Miriam.


Aquellos hombres tuvieron gran miedo y le dijeron: '¿Qué es lo que has hecho?' Pues ahora esos hombres sabían que huía de la presencia de Yavé.


Se levantó Jonás, pero fue para huir a Tarsis, lejos de la presencia de Yavé. Descendió a Jafa, donde encontró un barco que salía para Tarsis, pagó su pasaje y se embarcó para irse con ellos a Tarsis, lejos del rostro de Yavé.


Pero mientras los llamaba, más se alejaban de mí. Ofrecieron sacrificios a los baales y quemaron incienso ante los ídolos.


Como no le hicieron caso, mi Dios los echará de su presencia y andarán como vagabundos por la tierra.


Entusiasman al rey con su astucia, y a los cortesanos, con sus mentiras.


El pecado de Efraím y la malicia de Samaria han quedado de manifiesto, pues no actuaron con sinceridad. En la casa entra el ladrón, en los caminos asalta la pandilla.


Mi rebaño se dispersó por las montañas y colinas; el resto está disperso por todo el país, y nadie se preocupa o sale en su búsqueda.


Ustedes dicen: La manera de ver las cosas que tiene Yavé no es la correcta. Oigan, pues, gente de Israel: ¿así que mi manera de ver las cosas no es correcta? ¿No lo será más bien la de ustedes?


¿Por qué al hablar de Israel repiten este proverbio: Los padres comieron uvas verdes y los hijos tienen dentera?


Después de todas tus maldades, dice Yavé,


Cayó la corona de nuestra cabeza. ¡Pobres de nosotros, que pecamos!


Ustedes ponían en juego su propia vida, cuando me encargaron: 'Ruega por nosotros a Yavé, nuestro Dios, y todo lo que ordene Yavé, nuestro Dios, nos lo comunicas para que lo ejecutemos.


Esto dice Yavé respecto de este pueblo: ¡Cómo les gusta correr de acá para allá, si no paran un momento! Yavé no los quiere, pues se acuerda ahora de sus crímenes y del castigo que merecen.


Dijo: 'En realidad son mi pueblo, hijos que no me harán traición. Y se hizo su salvador'


la rebelión e hipocresía para con Yavé, y la infidelidad a nuestro Dios, nuestras traiciones y revueltas y nuestros pensamientos y juicios injustos.


Y ahora, así te habla Yavé, que te ha creado, Jacob, o que te ha formado, Israel. No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre, tú eres mío.


No temas, raza de Jacob, más indefensa que un gusano. Yo soy tu socorro, dice Yavé, el Santo de Israel es el que te rescata.


¡Pobres de aquellos que bajan a Egipto, por si acaso consiguen ayuda! Pues confían en la caballería, en los carros de guerra, que son numerosos, y en los jinetes, porque son valientes. ¿Por qué no hicieron caso del Santo de Israel y no consultaron a Yavé?


Los salvó de las manos del que los odiaba y los libró de las manos del enemigo.


Los que decían a Dios: '¡Apártate de nosotros!'


Estos son pues tus servidores y tu pueblo que tú libraste con mucha fuerza y con tu poderosa mano.


Acuérdate de que tú también fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que Yavé, tu Dios, te dio la libertad: por esto hoy te doy este mandato.


y los arrojaré lejos de mi presencia, como arrojé a sus hermanos del norte, a toda la gente de Efraím.


Atendimos a Babilonia, pero no se recuperó. Dejémosla ahí y partamos cada uno para nuestra tierra; porque el juicio en su contra llega hasta el cielo y se eleva hasta las nubes.


En esta ciudad los ricos se enriquecen en base a crímenes, y los habitantes se han acostumbrado a mentir.


Ay de estos hijos rebeldes, dice Yavé, que traman unos proyectos que no son los míos y que se comprometen con pactos ajenos a mi espíritu, de modo que acumulan así pecados y más pecados.


Están saliendo para Egipto, sin haberme consultado, para pedirle asilo a Faraón y refugiarse bajo la sombra de Egipto.


Han traicionado a Yavé y sus hijos son ilegítimos: ¡que el destructor los devore junto con sus campos!


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម