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Números 24:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Se agacha, se acuesta como un león, como una leona: ¿quién lo hará levantarse? Benditos sean los que te bendicen, malditos sean los que te maldicen.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Se encorvará para echarse como león, Y como leona; ¿quién lo despertará? Benditos los que te bendijeren, Y malditos los que te maldijeren.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Como un león, Israel se agazapa y se tiende; como a una leona, ¿quién se atreve a despertarla? Bendito todo el que te bendice, oh Israel, y maldito todo el que te maldice».

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Se agazapa, se echa cual león,° Y como leona, ¿quién lo hará despertar? ¡Benditos los que te bendigan, Y malditos los que te maldigan!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Se agazapa, se recuesta como león, como leona. ¿Quién lo levantará? Benditos serán los que a ti te bendigan, malditos los que a ti te maldigan'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Se agazapa, se echa como león, y como gran león; ¿quién lo despertará? Benditos los que te bendijeren, y malditos los que te maldijeren.

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Números 24:9
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. En ti serán bendecidas todas las razas de la tierra.


Que te sirvan los pueblos y las naciones se inclinen ante ti. Sé señor de tus hermanos, que los hijos de tu madre se inclinen ante ti. Sea maldito quien te maldiga, y bendito quien te bendiga.


¡Judá es cachorro de león! Vuelves, hijo mío, de la caza. Se agazapa o se abalanza cual león, o cual leona, ¿quién lo hará levantar?


Ese pueblo se alza como una leona, se yergue como un león. No volverá sin que haya devorado su presa, sin que haya bebido la sangre de sus víctimas.


El Rey les responderá: 'En verdad les digo: siempre que no lo hicieron con alguno de estos más pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mí.


El Rey responderá: 'En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.


Preguntó él: '¿Quién eres tú, Señor?' Y él respondió: 'Yo soy Jesús, a quien tú persigues.


Para Jerusalén pidan la paz: '¡Que vivan tranquilos los que te aman!'


no sea que se enoje y perezcan, pues su cólera estalla en un momento. ¡Felices los que en él se refugian!


Si estornuda saltan chispas, de sus pupilas sale un rayo de luz.


Si le escuchas y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios.


Ven pues, por favor, y maldice a ese pueblo porque es más poderoso que yo. A lo mejor así puedo vencerlo y expulsarlo del país, porque sé que lo que tú bendices queda bendito y lo que maldices, maldito está.


Pero Dios dijo a Balaam: 'No irás con ellos ni maldecirás a ese pueblo, porque está bendito.


Se enojó Balac con Balaam; golpeó las manos, y le dijo: '¡Te hice venir para que maldijeras a mis enemigos, y tú, en cambio, los has bendecido tres veces!'


Así me ha dicho Yavé: 'Cuando un león o su cachorro ruge sobre su presa y la defiende, por más que se junten los pastores y den voces, no les tiene miedo a sus gritos y su número no lo asusta. Así sucederá cuando Yavé de los Ejércitos baje a pelear sobre el cerro de Sión.


Yavé, ¡que tu mano quiebre a tus adversarios, y perezcan todos tus enemigos!


Entonces Yavé, tu Dios, hará caer todas estas maldiciones sobre tus enemigos, contra los que te hayan perseguido porque te odian.


También había doce leones que estaban de pie al lado de las seis gradas del trono; en ningún reino se había hecho algo semejante.


El trono tenía seis gradas y un peldaño por detrás y brazos a uno y otro lado del asiento con dos leones de pie, junto a los brazos,


Amán contó detalladamente a su mujer Zerés y a todos sus amigos lo que acababa de pasarle. Esos hombres sabios y también su mujer Zerés le dijeron: 'Si Mardoqueo es de raza judía y si tú has comenzado a decaer, no podrás nada contra él. Tendrás que ceder ante él».


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