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Números 16:35 - Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Entonces brotó un fuego de Dios que devoró a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.

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Biblia Reina Valera 1960

35 También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

35 Entonces un fuego ardiente salió del Señor y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían incienso.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 Y salió fuego de YHVH que consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 Salió un fuego de Yahveh y abrasó a los doscientos cincuenta hombres que habían ofrecido el incienso.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

35 Y salió fuego de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.

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Números 16:35
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

La tierra abrió su boca y los tragó a ellos (y a Coré, cuando pereció su grupo) cuando el fuego devoró a doscientos cincuenta hombres: sirvió de escarmiento.


Y en eso, un fuego salió de la presencia de Yavé que los devoró, y murieron allí delante de Yavé.


Un fuego se encendió contra su grupo, una llama devoró a esos malvados.


Que cada uno tome su incensario y le ponga incienso, luego cada uno hará sus incensaciones en presencia de Yavé (¡doscientos cincuenta incensarios!). Tú y Aarón tendrán cada uno su incensario.


se rebelaron contra Moisés. Les siguieron doscientos cincuenta israelitas, todos jefes de la comunidad, miembros del consejo y personajes conocidos.


Si alguien intenta hacerles mal, saldrá de su boca fuego y devorará a sus enemigos; así perecerá el que intente maltratarlos.


Todos los israelitas que estaban en los alrededores salieron huyendo y decían: '¡No vaya a tragarnos también la tierra!'


¡Ahí viene nuestro Dios, que no se calla! Un fuego, delante de él, lo abrasa todo, y a su alrededor ruge la tormenta.


Había allí setenta hombres, cada uno con su incensario en la mano, y el humo del incienso se elevaba. Eran los ancianos de Israel y entre ellos reconocí a Jeconías, hijo de Safán.


Nadab y Abihú murieron delante de Yavé cuando ofrecieron a Yavé un fuego profano, en el desierto del Sinaí, y como no tenían hijos, Eleazar e Itamar fueron los que ejercieron el sacerdocio junto con su padre Aarón.


esos hombres que habían criticado a ese país con un mal espíritu, murieron de un golpe en presencia de Yavé.


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