Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Números 14:33 - Biblia Católica (Latinoamericana)

33 y sus hijos serán nómadas en el desierto durante cuarenta años. Cargarán con el peso de la infidelidad de ustedes hasta que el desierto haya acogido a la totalidad de sus cadáveres.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

33 Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

33 Sus hijos serán como pastores que vagarán por el desierto durante cuarenta años y de esa manera, ellos pagarán por la infidelidad de ustedes, hasta que el último de ustedes caiga muerto en el desierto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

33 y vuestros hijos deambularán en el desierto cuarenta años,° y ellos cargarán con vuestras fornicaciones,° hasta que vuestros cadáveres sean deshechos en el desierto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 vuestros hijos serán pastores en el desierto durante cuarenta años y cargarán con el peso de vuestras infidelidades, hasta que vuestros cadáveres desaparezcan en el desierto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

33 Y vuestros hijos andarán errantes en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras prostituciones, hasta que vuestros cadáveres sean consumidos en el desierto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Números 14:33
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y esta es una palabra de Yavé: 'Ya que tú me olvidaste y te apartaste de mí, cargarás con el peso de tu vergüenza y de tus prostituciones'.


Yavé se enojó y durante cuarenta años los hizo andar por el desierto, hasta que se acabó toda aquella generación que había obrado mal a los ojos de Yavé.


pero él, que derrama el desprecio sobre los grandes y los hace errar en un desierto sin caminos,


Pasamos, pues, el torrente de Zared. El tiempo que estuvimos caminando desde Cadés Barné hasta el paso del torrente fue de treinta y ocho años, hasta que hubo desaparecido del pueblo toda la generación de los hombres aptos para la guerra, como les había dicho Yavé.


No te alegres, Israel, no te regocijes como las naciones paganas, porque tú has traicionado a tu Dios y, con tal de que te dieran algo, te entregabas en cualquiera era donde se trillara.


Erraban por el desierto, por la estepa, sin hallar el camino de una ciudad poblada.


Hace cuarenta y cinco años que Yavé dirigió esta palabra a Moisés cuando Israel caminaba por el desierto, y Yavé me conservó con vida como lo había prometido. Ahora tengo ochenta y cinco años,


El año 40 después de la salida de Egipto, el día primero del undécimo mes, Moisés comunicó a los hijos de Israel todo cuanto Yavé le había ordenado respecto a ellos.


Allí subió el sumo sacerdote Aarón al Monte Hor por mandato de Yavé; y allí murió a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de Egipto, el mes quinto, el primero del mes.


Con esto el marido estará exento de culpa y ella pagará la pena de su pecado.


Y los hizo salir de aquel país, realizando prodigios y señales en Egipto, en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años.


No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso. Yo pido cuentas a hijos, nietos y biznietos por la maldad de sus padres que no me quisieron.


Piensen que Yavé nos ha bendecido en todas nuestras obras; él había previsto nuestro camino por el desierto y hace ya cuarenta años que Yavé está con ustedes, sin que nada les haya faltado.


Acuérdate del camino que Yavé, tu Dios, te hizo recorrer en el desierto por espacio de cuarenta años. Te hizo pasar necesidad para probarte y conocer lo que había en tu corazón, si ibas o no a guardar sus mandamientos.


Ni tu vestido se ha gastado, ni tu pie se ha lastimado a lo largo de estos cuarenta años.


No tenían pan que comer, ni vino o licor fermentado que beber, y así fue como descubrieron que yo, Yavé, soy el Dios de ustedes.


Los israelitas habían caminado cuarenta años por el desierto hasta que desaparecieron los adultos que habían salido de Egipto, toda esa generación que no había escuchado la voz de Yavé. Yavé se lo había jurado: 'Ustedes no verán el territorio que prometí darles a sus padres, tierra donde destila la leche y la miel'.


De un soplo, entonces, apagó sus días, trágicamente se acabaron sus años.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម