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Números 13:27 - Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Esto fue lo que contaron: 'Entramos al país a donde nos enviaron. ¡Realmente es una tierra que mana leche y miel: ¡aquí están sus productos!'

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Biblia Reina Valera 1960

27 Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Este fue el informe que dieron a Moisés: «Entramos en la tierra a la cual nos enviaste a explorar y en verdad es un país sobreabundante, una tierra donde fluyen la leche y la miel. Aquí está la clase de frutos que allí se producen.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Y le contaron diciendo: Hemos llegado hasta el país al cual nos enviaste, y realmente es una tierra que fluye leche y miel. ¡Ved aquí sus frutos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Éste fue su relato: 'Llegamos a la tierra adonde nos mandaste; realmente mana leche y miel, y éstos son sus frutos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

27 Y le contaron, y dijeron: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.

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Números 13:27
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

y por esta razón estoy bajando, para librarlo del poder de los egipcios y para hacerlo subir de aquí a un país grande y fértil, a una tierra que mana leche y miel, al territorio de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, los fereceos, los jeveos y los jebuseos.


He decidido sacarlos de esta opresión en Egipto y trasladarlos a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, los fereceos, los jeveos y los jebuseos.


Cuando Yavé te haya introducido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del jeveo y del jebuseo, la que prometió con juramento a tus padres que te daría a ti, tierra que mana leche y miel, tú celebrarás este rito sagrado en este mes.


Pues los estoy llevando a la tierra que bajo mi juramento prometí a sus padres, tierra que mana leche y miel, y ellos, después de comer hasta saciarse y engordar bien, se volverán hacia otros dioses, les darán culto y a mí me despreciarán y romperán mi Alianza.


Pero no subiré con ustedes a esa tierra que mana leche y miel, no sea que los destruya en el camino, por ser un pueblo rebelde.


Y al pasar escribirás en ellas todas las palabras de esta Ley, con el fin de asegurar tu entrada a la tierra que Yavé, tu Dios, te da como lo tiene dicho a tus padres, tierra que mana leche y miel.


Y nos trajo aquí para darnos esta tierra que mana leche y miel.


Y prolongarán sus días en el país que Yavé juró dar a sus padres y a su descendencia, tierra que mana leche y miel.


Escucha, pues, Israel, y cuida de poner en práctica lo que ha de traerte felicidad y prosperidad en esta tierra que mana leche y miel, como lo prometió Yavé, Dios de tus padres.


Si Yavé nos favorece, nos llevará a ese país y nos dará esa tierra que mana leche y miel.


Una vez en el desierto, sin embargo, juré que no los llevaría al país que les había prometido, a ese país que mana leche y miel, el más bello de todos los países.


Ese día, mano en alto, juré que los haría salir de Egipto a un país que había seleccionado para ellos, un país que mana leche y miel, el más bello de todos los países.


Después tú le diste esta tierra, que habías prometido con juramento a sus padres, tierra de donde brota leche y miel.


y cumpliré el juramento que hice a sus padres de darles una tierra que mana leche y miel (como es el caso ahora). Yo respondí: 'Sí, Yavé.


Los israelitas habían caminado cuarenta años por el desierto hasta que desaparecieron los adultos que habían salido de Egipto, toda esa generación que no había escuchado la voz de Yavé. Yavé se lo había jurado: 'Ustedes no verán el territorio que prometí darles a sus padres, tierra donde destila la leche y la miel'.


Por esto les he dicho a ustedes: Poseerán su tierra; y soy quien se la doy, de manera que sea de ustedes esa tierra que mana leche y miel: Yo soy Yavé, el Dios de ustedes, que los ha separado de entre los pueblos.


Luego se dirigieron a toda la comunidad de los israelitas: '¡El país por donde hemos pasado y que exploramos es bueno! ¡Es una tierra excelente!'


¿Piensas que nos trajiste a una tierra que mana leche y miel? ¡Si ni siquiera nos has dado campos ni viñas! ¿Crees que toda esa gente está ciega? ¡No iremos, pues!'


Se apoderaron de ciudades fortificadas y de buena tierra, heredaron casas donde nada faltaba, pozos ya cavados, viñas, olivares, árboles frutales en cantidad; comieron cuanto quisieron, disfrutaron de tus incontables beneficios.


¿Te parece poco habernos sacado de una tierra que manaba leche y miel para hacernos morir en este desierto? ¿Y tú quieres hacer de jefe?


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