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Nehemías 8:6 - Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Entonces Esdras bendijo a Yavé, el Gran Dios, y todo el pueblo respondió con las manos en alto: '¡Amén! ¡Amén!' Luego se inclinaron y se postraron delante de Yavé con el rostro en tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces Esdras alabó al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo, con las manos levantadas, exclamó: «¡Amén! ¡Amén!». Luego se inclinaron y, con el rostro en tierra, adoraron al Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y Esdras bendijo a YHVH, Ha-’Elohim Ha-Gadol.° Y todo el pueblo, alzando sus manos, respondió: ¡Amén! ¡Amén! Y reverenciando, se postraron ante YHVH rostro en tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Esdras bendijo a Yahveh, el Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: '¡Amén! ¡Amén!'. Y rostro en tierra, adoraron a Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, el Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron, y adoraron a Jehová con el rostro a tierra.

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Nehemías 8:6
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Quiero, pues, que en todo lugar donde los hombres estén orando levanten al cielo manos limpias de todo enojo y discusión.


Alcemos nuestro corazón y nuestras manos al Dios que está en los cielos.


El pueblo creyó; comprendieron que Yavé había visto sus humillaciones y venía a visitar a los hijos de Israel. Postrados en tierra, adoraron.


Entonces Josafat se inclinó rostro en tierra; y todo Judá y los habitantes de Jerusalén se postraron ante Yavé para adorarlo.


Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los Ancianos y de los cuatro Seres Vivientes; se postraron ante el trono rostro en tierra y adoraron a Dios,


Alcen sus manos al Santuario por las noches, y bendigan al Señor.


Luego, sacudí las dobleces de mi túnica y dije: '¡Así eche Dios fuera de su casa y de sus bienes a cualquier hombre que no cumpla esta palabra! ¡Sea así sacudido y que quede vacío!' Y toda la asamblea respondió: '¡Amén!' y alabaron a Yavé. El pueblo en tanto respetó su compromiso.


Entonces el hombre cayó de rodillas y adoró a Yavé,


Después dijo David a toda la asamblea: 'Bendigan a Yavé su Dios', y toda la asamblea bendijo a Yavé, el Dios de sus padres, y se arrodillaron para postrarse ante Yavé y ante el rey.


salió fuego de la presencia de Yavé, que consumió el holocausto y las grasas puestas sobre el altar. Todo el pueblo, al verlo, dio gritos de júbilo y cayó rostro en tierra.


les responderán: Este es el sacrificio de la Pascua para Yavé, que pasó de largo por las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando mató a los egipcios, dejando a salvo nuestras casas. Al oír esto, todo el pueblo se postró y adoró.


Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, por su gran misericordia. Al resucitar a Cristo Jesús de entre los muertos, nos dio una vida nueva y una esperanza viva.


¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús nuestro Señor, que nos ha bendecido en el cielo, en Cristo, con toda clase de bendiciones espirituales!


Si alabas a Dios sólo con el espíritu, ¿qué hará el que se conforma con escuchar? ¿Acaso podrá añadir 'amén' a tu acción de gracias? Pues no sabe lo que has dicho.


Fue un poco más adelante y, postrándose hasta tocar la tierra con su cara, oró así: 'Padre, si es posible, que esta copa se aleje de mí. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.


y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno.


Haga Yavé que se cumplan tus palabras y que devuelvan todos los objetos de la Casa de Yavé y a todos los cautivos.


¡Suba a ti mi oración como el incienso, mis manos que a ti levanto sean como la ofrenda de la tarde!


Quiero bendecirte mientras viva y con las manos en alto invocar tu Nombre.


¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde siempre y para siempre! ¡Así sea!


Escucha la voz de mi plegaria cuando a ti grito y elevo mis manos hacia tu Templo santo.


Después el rey Ezequías y los jefes mandaron a los levitas que alabaran a Yavé con las palabras de David y del vidente Asaf; y ellos cantaron alabanzas con alegría, se pusieron de rodillas y se postraron.


Bendito sea Yavé, Dios de Israel, que habló por boca de mi padre David, y ha cumplido por su mano lo que dijo:


Abram le respondió: 'Levanto mi mano hacia Yavé, creador del cielo y de la tierra, el Dios Altísimo,


Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde siempre hasta siempre: Que todo el pueblo diga: Amén. Aleluya. Todo el pueblo contestó 'Amén' y alabó a Yavé.


Josué, Bani, Serebías, Yamín, Acub, Sabtay, Hodías, Maaseías, Quelita, Azarías, Yozabad, Janán y Pelaías, que eran levitas, explicaban la Ley al pueblo, mientras éste permanecía de pie.


Después David bendijo a Yavé en presencia de toda la asamblea. Dijo: 'Bendito tú, oh Yavé, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre hasta siempre.


Pero ahora he decidido hacer alianza con Yavé, el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el furor de su ira.


Pues el Señor es un Dios grande, un rey grande por encima de todos los dioses.


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