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Nehemías 6:12 - Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Me había dado cuenta de que no era Dios quien lo enviaba para advertirme, sino que Tobías lo había sobornado.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Y entendí que Dios no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat lo habían sobornado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Me di cuenta de que Dios no le había hablado, sino que decía esa profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat lo habían contratado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y discerní que ’Elohim no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat lo habían sobornado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Entonces comprendí que Dios no lo había enviado, sino que había proferido aquella profecía sobre mí porque Tobías y Sanbalat lo habían sobornado con dinero.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Y entendí que Dios no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí, porque Tobías y Sanbalat le habían alquilado por salario.

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Nehemías 6:12
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque desanimaron con mentiras al hombre bueno, siendo que yo no quería que se desanimara. Y le dieron seguridad al malvado, quien no renunció a su mal comportamiento para recuperar la vida.


especias, perfumes, mirra e incienso; vino y aceite, harina y trigo, vacunos y corderos, caballos y carruajes, esclavos y mercadería humana.


Los inspirará el amor al dinero, y se aprovecharán de ustedes con palabras engañosas. Pero ya fue dictada su condenación, y su destrucción es inminente.


Apacienten el rebaño de Dios cada cual en su lugar; cuídenlo no de mala gana, sino con gusto, a la manera de Dios; no piensen en ganancias, sino háganlo con entrega generosa;'


Pues el supervisor (u obispo), siendo el encargado de la Casa de Dios, debe ser irreprensible: no debe ser autoritario ni de mal genio, ni bebedor, ni peleador o que busque dinero.


No debe ser bebedor ni peleador, sino indulgente, amigo de la paz y desprendido del dinero.


a otro, poder de hacer milagros; a otro, profecía; a otro, reconocimiento de lo que viene del bueno o del mal espíritu; a otro, hablar en lenguas; a otro, interpretar lo que se dijo en lenguas.


En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo, y a él nadie lo puede juzgar.


De nadie he codiciado plata, oro o vestidos.


Sus gobernantes se dejan comprar para dar una sentencia; sus sacerdotes cobran por una decisión; sus profetas sólo vaticinan si se les paga. Y todos se sienten tan seguros de Yavé que dicen: Si el Señor está con nosotros, ¿qué desgracia nos puede pasar?'


Por un puñado de cebada o un mendrugo de pan me desacreditan frente a mi pueblo, hacen que mueran los que no deben morir y dejan con vida a los que no deben vivir, engañan a mi pueblo y mi pueblo hace caso a la mentira.


Cuando dicen: Palabra de Yavé, siendo que yo nada he dicho, ¿no es eso una visión falsa, una profecía mentirosa?


Después Jeremías dijo a Ananías: 'Escúchame tú: Yavé no te ha enviado y tú has engañado a este pueblo dándole una falsa seguridad.


Me he puesto a escuchar lo que dicen los profetas que profetizan en mi nombre falsamente; sus palabras son: '¡He tenido un sueño, he tenido un sueño!'


Esto dice Yavé: No escuchen las palabras de estos profetas que profetizan para ustedes, porque los engañan contándoles las visiones de su propia imaginación y no lo que sale de la boca de Yavé.


Yavé me respondió: Estos profetas andan anunciando mentiras en mi nombre; yo no los mandé, ni les di órdenes, ni les hablé. Falsas visiones, adivinaciones sin cometido, sueños de su imaginación, eso es lo que profetizan.


A pesar de que hacen de pastores, son perros hambrientos que no se llenan con nada. Son gente incapaz de comprender. Cada uno sigue su propio camino, o busca su propio interés:


Queridos míos, no se fíen de cualquier inspiración. Examinen los espíritus para ver si vienen de Dios, porque andan por el mundo muchos falsos profetas.


Le respondí: '¿Un hombre de mi clase va a huir? Uno cualquiera, como yo, no puede entrar en el Santuario y seguir con vida. No iré'.


Era para que tuviera miedo y cometiera un pecado haciendo lo que me decía. Esto habría dado motivo para perder mi reputación y avergonzarme.


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