Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Nehemías 4:7 - Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Ubiqué pues a todo el pueblo por familias en los huecos de la parte baja de la muralla, con sus espadas, lanzas y arcos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

7 Pero aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod, que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron mucho;

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Sin embargo, cuando Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los asdodeos se enteraron de que la obra progresaba y que se estaban reparando las brechas en la muralla de Jerusalén, se enfurecieron.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

7 °Pero cuando Sanbalat y Tobías y los árabes y los amonitas y los de Asdod oyeron que la reparación de los muros de Jerusalem avanzaba, y las brechas comenzaban a cerrarse, se encolerizaron en gran manera,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 yo aposté a la gente por familias en las partes bajas de detrás de la muralla, en lugares descubiertos, y la coloqué con sus espadas, lanzas y arcos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Mas aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, y los amonitas, y los de Asdod, que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya las brechas comenzaban a ser cerradas, se enojaron mucho;

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Nehemías 4:7
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Cuando Sambalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los habitantes de Asdod supieron que avanzaba la reconstrucción de la muralla de Jerusalén, ya que casi todos los hoyos habían sido tapados, se enojaron mucho


Pero cuando Sambalat el horonita, y Tobías, el funcionario amonita se enteraron de mi misión, se sintieron muy molestos: ¡cómo era posible que viniera alguien a preocuparse de los problemas de los israelitas!


Entonces el dragón se enfureció contra la mujer y se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, es decir, a los que observan los mandamientos de Dios y guardan el mensaje de Jesús.


Ellos escuchaban rechinando los dientes de rabia y querían matarlos.


Así dice Yavé: 'Mi sentencia en contra de Ammón por sus muchos crímenes será sin apelación. Porque ellos al extender sus dominios abrieron el vientre de las mujeres embarazadas de Galaad,


y a todos los países del occidente, a todos los reyes de Us; a todos los reyes de los filisteos, a Ascalón, Gaza, Ecrón, y a lo que queda de Azoto;'


extirparé de Asdod a todos sus pobladores y de Ascalón al que empuña el cetro; volveré luego mi brazo contra Ecrón y perecerán los que quedan de los filisteos, dice el Señor Yavé.


Cuando Sambalat el horonita, Tobías, el funcionario amonita, y Guesén el árabe supieron eso se burlaban de nosotros. Nos miraban con desprecio: '¿Qué están haciendo, nos decían, acaso quieren rebelarse contra el rey?'


Ha de saber el rey que fuimos a la provincia de Judá, al Templo del Gran Dios. Se lo construye con piedras talladas y con una armazón de madera puesta sobre el muro. La obra se hace cuidadosamente y va avanzando bien, merced a su trabajo.


Después de esto, los hombres de Moab y la gente de Amón, y con ellos algunos maonitas, vinieron a pelear contra Josafat.


Yavé envió contra Joaquim a bandas de caldeos, de arameos, de moabitas y de amoneos, las mandó contra Judá para hacerlo desaparecer, según la palabra que había dicho Yavé por boca de sus servidores los profetas.


Pero Najaz el amonita respondió: 'Haré la paz con ustedes con esta condición: les sacaré a todos el ojo derecho, para que así quede humillado todo Israel'.


Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.


Llamen a los que viven en los palacios asirios o en los palacios egipcios y díganles: Júntense en las montañas de Samaria, para que vean los desórdenes que hay en esa ciudad o los crímenes que en ella se cometen.


Algunos judíos que vivían cerca de ellos nos vinieron a decir unas diez veces: '¡Van a venir a atacarlos de todas partes!'


Como viera que tenían miedo, fui a decir a los jefes, a los funcionarios y a todo el pueblo: '¡No tengan miedo! Piensen que el Señor que es grande y terrible, y luchen por sus hermanos, sus hijos, sus hijas, sus mujeres y sus casas'.


Cuando nuestros enemigos supieron eso, todas las naciones que están alrededor de nosotros tuvieron miedo y se acobardaron. Tuvieron que reconocer en eso la obra de Dios.


Después se llevó prisioneros a toda la pequeña población que había en Mispá, y a las princesas reales que Nebuzardán, comandante de la guardía, había entregado al cuidado de Godolías, hijo de Ajigam. Y, de madrugada, se puso en marcha hacia el país de los amonitas.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម