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Miqueas 4:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 En el futuro, el cerro de la Casa de Yavé será puesto sobre los altos montes y dominará los lugares más elevados. Irán a verlo todas las naciones

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Biblia Reina Valera 1960

1 Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 En los últimos días, el monte de la casa del Señor será el más alto de todos, el lugar más importante de la tierra. Se levantará por encima de las demás colinas y gente del mundo entero acudirá allí para adorar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Pero en los postreros tiempos, el Monte de la Casa de YHVH Será establecido como cabeza de los montes, Y exaltado sobre todos los collados, y a él correrán los pueblos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Sucederá al final de los tiempos que el monte del templo de Yahveh estará asentado en la cumbre de los montes y se elevará sobre las colinas. Afluirán a él pueblos,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Pero acontecerá en los postreros días que el monte de la casa de Jehová será establecido en lo alto de las montañas, y será exaltado sobre los collados; y los pueblos correrán a él.

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Miqueas 4:1
53 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces llamarán a Jerusalén 'el trono de Yavé' y a su alrededor se juntarán todas las naciones, sin seguir más la dureza de sus malos corazones.


De Dios se acordará toda la tierra y a él se volverá; todos los pueblos, razas y naciones ante él se postrarán.


He vuelto a Sión, pues quiero residir en Jerusalén. Esta será llamada Ciudad fiel, y el cerro de Yavé de los Ejércitos, Cerro Santo.


Todos los paganos vendrán para adorarte y darán, Señor, gloria a tu nombre.


Escuchen lo que sucederá en los últimos días, dice Dios: derramaré mi Espíritu sobre cualesquiera que sean los mortales. Sus hijos e hijas profetizarán, los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos.


Después volverán los hijos de Israel, buscarán a Yavé, su Dios, y a David, su rey. Cuando llegue el momento acudirán llenos de respeto a Yavé para recibir sus beneficios.


Esta es la ley de la Casa: todo su territorio, en toda su extensión en la cumbre de la montaña, es un lugar santísimo.


Desde donde sale el sol hasta el ocaso, en cambio, todas las naciones me respetan y en todo el mundo se ofrece a mi Nombre tanto el humo del incienso como una ofrenda pura. Porque mi Nombre es grande en las mismas naciones paganas, dice Yavé de los ejércitos.


Sálvense, habitantes de Sión que viven en Babilonia.


Ensancha el espacio de tu tienda, sin demora despliega tus toldos, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas;'


También vi unos tronos, y sentados en ellos los que tienen poder para juzgar. Vi también las almas de aquellos a quienes les cortaron la cabeza por causa de las enseñanzas de Jesús y de la Palabra de Dios. Vi a todos los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en la frente o en la mano. Volvieron a la vida y reinaron mil años con el Mesías.


Tocó el séptimo ángel su trompeta; entonces resonaron grandes voces en el cielo: 'Ahora el mundo ha pasado a ser reino de nuestro Dios y de su Cristo. Sí, reinará por los siglos de los siglos.


hasta que en estos días, que son los últimos, nos habló a nosotros por medio del Hijo, a quien hizo destinatario de todo, ya que por él dispuso las edades del mundo.


Entonces la realeza, la autoridad y la grandeza de todos los reinos que están bajo los cielos serán dadas al pueblo de los santos del Altísimo; su reinado es un reinado eterno y todos los poderes le servirán y le obedecerán'.


En tiempo de esos reinos, el Dios del Cielo suscitará un reino que nunca será destruido; su poder no pasará a pueblo alguno. Derrotará y destruirá a todos los reinos y los reemplazará para siempre.


No vale la pena que seas mi servidor únicamente para restablecer a las tribus de Jacob, o traer sus sobrevivientes a su patria. Tú serás, además, una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra.


¿Quién no dará honor y gloria a tu Nombre, oh Señor? Tú solo eres santo, y todas las naciones vendrán y se postrarán ante ti, porque tus fallos se han dado a conocer.


Pero precisamente por sus maldades Sión va a quedar como un potrero arado, Jerusalén será reducida a escombros y el cerro del Templo será cubierto por el bosque.


después de lo cual los santos del Altísimo recibirán la realeza y la poseerán por los siglos de los siglos.


Se le dio el poder, la gloria y la realeza, y todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron. Su poder es el poder eterno que nunca pasará; su reino no será destruido.


Y en aquel mismo instante se hicieron trizas el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro; el viento se los llevó sin dejar huella como se lleva la paja del trigo en la era durante el verano. Y la piedra que había golpeado a la estatua se convirtió en una gran montaña que abarcó toda la tierra.


pues es Dios, en el cielo, quien revela los misterios. El dio a conocer al rey Nabucodonosor lo que va a suceder con el correr de los días. Estos son el sueño y las visiones que has tenido en tu lecho:


Mediante visiones divinas, me condujo al país de Israel y me depositó en una montaña muy alta. En la ladera me pareció ver las construcciones de una ciudad.


Te lanzarás sobre mi pueblo Israel como las nubes que vienen a cubrir al país; eso sucederá en el transcurrir del tiempo. Quiero que ataques a mi país, Gog, para que las naciones me conozcan, pues por tu intermedio manifestaré ante todos mi santidad.


Pero yo cambiaré la suerte de Moab, en el futuro, dice Yavé. Hasta aquí la sentencia contra Moab.


¡Oh Yavé, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de la desgracia! A ti vendrán a verte las naciones desde los últimos límites de la tierra, y dirán: Era sólo mentira lo que se transmitían nuestros padres, y vanidad y falta de poder.


Le diré al norte: 'Entrégamelos', y al sur: 'No los retengas más. Devuelve a mis hijos y a mis hijas desde el lejano fin del mundo,


Aquel día, al sentir el fuerte sonido de la trompeta, acudirán los que andaban perdidos por el país de Asur y los que estaban desparramados por la tierra de Egipto, y adorarán a Yavé en el cerro santo de Jerusalén.


Tuyo es el principado desde el día de tu nacimiento; de mí en el monte sagrado tú has nacido, como nace el rocío de la aurora.


El cetro no será arrebatado de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas hasta que venga aquel a quien le pertenece y a quien obedecerán los pueblos.


Jacob llamó a sus hijos y les dijo: 'Reúnanse, que les voy a anunciar lo que sucederá en el futuro.


Sepan, en primer lugar, que en los últimos días se presentarán burlones que no harán caso más que de sus propias codicias, y preguntarán en son de burla:


y vine a explicarte lo que ocurrirá a tu pueblo al fin de los tiempos. Porque esta visión también se refiere a esos días.


hasta que llegó el anciano, quien dictó sentencia en favor de los santos del Altísimo, y en ese momento los santos tomaron posesión del reino.


Grande es el Señor y muy digno de alabanzas, en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo,


los llevaré a mi cerro santo y haré que se sientan felices en mi Casa de oración. Serán aceptados los holocaustos y los sacrificios que hagan sobre mi altar, ya que mi casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos.


Miqueas de Morasti, que profetizaba en tiempos de Ezequías, rey de Judá, dijo también públicamente: Sión llegará a ser un campo arado, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, el cerro de la Casa de Yavé no será más que una colina abandonada.


Vendrán, cantando de alegría, al cerro de Sión, y acudirán para gozar de los regalos de Yavé, del trigo, vino y aceite, de las ovejas y bueyes. Su alma será como un huerto bien regado, y no volverán más a estar desganados.


El país entero se transformará en una planicie, desde Gueba, en el norte, hasta Rimón, en el Negueb. Jerusalén, en cambio, será alzada en su mismo lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la antigua puerta; es decir, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Jananeel hasta los lagares del rey.


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