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Miqueas 1:12 - Biblia Católica (Latinoamericana)

12 ¿Cómo podría ser feliz la que habita en Marot, cuando la desgracia que viene de Yavé golpea la puerta de Jerusalén?

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Biblia Reina Valera 1960

12 Porque los moradores de Marot anhelaron ansiosamente el bien; pues de parte de Jehová el mal había descendido hasta la puerta de Jerusalén.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 El pueblo de Marot con ansias espera la ayuda. Sin embargo, solo le espera amargura, porque el juicio del Señor llega a las puertas de Jerusalén.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 ¿Cómo espera el bien la que habita en Marot, Si de parte de YHVH ha bajado el mal hasta la puerta de Jerusalem?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Ansiosamente esperan el bien los habitantes de Marot, cuando Yahveh ha hecho bajar la desdicha hasta la puerta de Jerusalén.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Porque la moradora de Marot esperaba ansiosamente el bien; pero el mal descendió de Jehová hasta la puerta de Jerusalén.

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Miqueas 1:12
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Has rechazado para siempre a Judá, o tu alma está aburrida con Sión? ¿Por qué nos has herido sin esperanza de mejorar? Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena llegó, la hora de nuestra mejoría, y se presentó el susto.


porque las llagas de Samaria son incurables y han llegado hasta Judá, alcanzando la capital de mi pueblo, la misma Jerusalén.


¿Se levanta del suelo una trampa antes de que haya caído algo? ¿Resuena la trompeta en una ciudad sin que se alarme toda la población? ¿Sucede alguna desgracia en un pueblo sin que venga del Señor?


Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena ha llegado; el tiempo de la curación, y se presenta el miedo.


Yo soy Yavé, y no hay otro más; yo enciendo la luz y creo las tinieblas, yo hago la felicidad y provoco la desgracia, yo, Yavé, soy el que hace todo esto.


Yo esperaba la dicha, y llegó la desgracia. Esperaba la luz, y vino la oscuridad.


Cuando llegó, Helí estaba sentado en su sillón muy cerca del camino porque su corazón temblaba por el arca de Dios. Cuando el hombre llegó al pueblo llevando la noticia, surgió de allí una gran lamentación.


Y como Noemí se diera cuenta de que las mujeres comentaban: '¿Pero no es ésta Noemí?',


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