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Mateo 7:24 - Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 »Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Cualquiera pues que me oye estas palabras y las practica, será comparado a un varón prudente, que edificó su casa sobre la roca,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 En resumen, todo aquel que oye estas palabras mías y las pone en práctica se parecerá al hombre sensato que construyó su casa sobre la roca.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Cualquiera, pues, que oye estas mis palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre una roca.

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Mateo 7:24
41 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica.


Jesús replicó: '¡Felices, pues, los que escuchan la palabra de Dios y la observan!'


Vean cómo sabremos que lo conocemos: si cumplimos sus mandatos.


El principio del saber es temer al Señor, es sabio de verdad el que así vive, su alabanza perdura para siempre.


El hombre de corazón sabio acepta los consejos, mientras que el pretencioso corre a su perdición.


Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos,


y son ustedes mis amigos si cumplen lo que les mando.


Entonces dijo al hombre: 'Mira, el temor del Señor es la sabiduría; y huir del mal es la inteligencia.


Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.


Tomen a cualquiera que cumpla la voluntad de mi Padre de los Cielos, y ése es para mí un hermano, una hermana o una madre.


Soy más agudo que todos mis maestros, merced a tus testimonios que medito.


Exponer tus palabras es dar luz y abrir la inteligencia de los sencillos.


La sabiduría del hombre hábil consiste en saber a dónde va; la necedad de los tontos los extravía.


Pasada la tormenta, el malo ha desaparecido, pero el justo permanece para siempre.


Los malvados se tambalean, desaparecen, pero la casa de los justos permanece de pie.


Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra aquella casa, pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca.


Pero dirán del que oye estas palabras mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a un tonto que construyó su casa sobre arena.


Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer.


Imagínense un administrador digno de confianza y capaz. Su señor lo ha puesto al frente de su familia, y es él quien les reparte el alimento a su debido tiempo.


Cinco de ellas eran descuidadas y las otras cinco precavidas.


Las precavidas, en cambio, junto con las lámparas, llevaron sus botellas de aceite.


Las precavidas dijeron: 'No habría bastante para ustedes y para nosotras; vayan mejor a donde lo venden, y compren para ustedes.


Porque no son justos ante Dios los que escuchan la Ley, sino los que la cumplen.


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