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Mateo 4:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 y después de estar sin comer cuarenta días y cuarenta noches, al final sintió hambre.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Durante cuarenta días y cuarenta noches ayunó y después tuvo mucha hambre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Y después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, al fin tuvo hambre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y después que hubo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

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Mateo 4:2
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Luego me postré ante Yavé y, como la otra vez, estuve cuarenta días y cuarenta noches sin comer pan ni beber agua, por el pecado que habían cometido; pues habían hecho lo que es malo a los ojos de Yavé hasta irritarlo.


Comió y bebió. Confortado con ese alimento, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar al cerro de Dios, el Horeb.


Estuvo allí con Yavé por espacio de cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni tomar agua. Y escribió en las tablas las palabras de la Alianza, los diez mandamientos.


donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. En todo ese tiempo no comió nada, y al final sintió hambre.


Yo había subido al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas de la Alianza que Yavé había pactado con ustedes, permaneciendo en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber.


Me postré, pues, delante de Yavé. Lo hice mil veces en esos cuarenta días y cuarenta noches porque hablaba de acabar con ustedes.


Moisés entró en la nube mientras subía al monte. Moisés permaneció en el monte cuarenta días y cuarenta noches.


Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, cansado por la caminata, se sentó al borde del pozo. Era cerca del mediodía.


Al día siguiente, cuando salían de Betania, sintió hambre.


Yo haré que se levante de en medio de sus hermanos un profeta, lo mismo que hice contigo. Yo pondré mis palabras en su boca y él les dirá todo lo que yo mande.


Al regresar a la ciudad, muy de mañana, Jesús sintió hambre.


Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa.


Porque tuve hambre y ustedes no me dieron de comer; tuve sed y no me dieron de beber;'


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