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Mateo 27:46 - Biblia Católica (Latinoamericana)

46 A eso de las tres, Jesús gritó con fuerza: Elí, Elí, lamá sabactani, que quiere decir: 'Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?'

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Biblia Reina Valera 1960

46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

46 A eso de las tres de la tarde, Jesús clamó en voz fuerte: «Eli, Eli, ¿lema sabactani?», que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».

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La Biblia Textual 3a Edicion

46 y alrededor de la hora novena, Jesús exclamó° con gran voz, diciendo: Eli, Eli ¿lema° sabajtani? (Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me desamparaste?)°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

46 Hacia la hora nona, exclamó Jesús con voz potente: ' Elí, Elí, lemá sabactani? '. Esto es: '¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

46 Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

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Mateo 27:46
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste? ¡Las palabras que lanzo no me salvan!


En los días de su vida mortal presentó ruegos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte; éste fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión.


Quiso Yavé destrozarlo con padecimientos, y él ofreció su vida como sacrificio por el pecado. Por esto verá a sus descendientes y tendrá larga vida, y el proyecto de Dios prosperará en sus manos.


y a esa hora Jesús gritó con voz potente: 'Eloí, Eloí, lammá sabactani', que quiere decir: 'Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?'


Dicen: 'Dios lo ha abandonado; persíganlo y agárrenlo, nadie lo ayudará'.


y Jesús gritó muy fuerte: 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu'. Y dichas estas palabras, expiró.


Todos ustedes que pasan por el camino, miren y observen si hay dolor semejante al que me atormenta, con el que Yavé me ha herido en el día de su ardiente cólera.


Al oírlo, algunos de los presentes decían: 'Está llamando a Elías.


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