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Mateo 24:6 - Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Ustedes oirán hablar de guerras y de rumores de guerra. Pero no se alarmen; todo eso tiene que pasar, pero no será todavía el fin.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Oirán de guerras y de amenazas de guerras, pero no se dejen llevar por el pánico. Es verdad, esas cosas deben suceder, pero el fin no vendrá inmediatamente después.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y estaréis destinados° a oír guerras y alarma de guerras. Mirad, no os alarméis, porque así debe acontecer; pero aún no es el fin.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Habéis de oír fragores de batallas y noticias de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis. Porque eso tiene que suceder, pero todavía no es el fin.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Y oiréis de guerras, y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todas estas cosas acontezcan, pero aún no es el fin.

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Mateo 24:6
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No se asusten si oyen hablar de guerras y disturbios, porque estas cosas tienen que ocurrir primero, pero el fin no llegará tan de inmediato.


No se turben; crean en Dios y crean también en mí.


que no se dejen perturbar tan fácilmente. No se asusten por manifestaciones del Espíritu, o por rumores, o por alguna carta que pasa por nuestra, que dicen que el día del Señor es inminente.


Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo.


No tiene miedo a las malas noticias, pues en su corazón confía en el Señor;'


Esta Buena Nueva del Reino será proclamada en el mundo entero, y todas las naciones oirán el mensaje; después vendrá el fin.


¡Vean cómo es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.


Pues les aseguro que tiene que cumplirse en mi persona lo que dice la Escritura: Ha sido contado entre los delincuentes. Ahora bien, todo lo que se refiere a mí está llegando a su fin.


Pero así había de suceder, y tienen que cumplirse las Escrituras.


Los habitantes de Jerusalén no lo pueden creer, pero el rey de Babilonia no se ha olvidado de su infidelidad y se lo hará pagar.


¡Ay, espada de Yavé! ¿Hasta cuándo estarás sin descansar? Métete en tu vaina. ¡Párate, tranquilízate!


Quédate tranquilo, no tengas miedo, y que tu corazón no te falle al ver ese par de tizones humeantes.


Herodes y toda Jerusalén quedaron muy alborotados al oír esto.


Salió entonces otro caballo de color rojo fuego. Al que lo montaba se le ordenó que desterrara la paz de la tierra y se le dio una gran espada para que los hombres se mataran unos a otros.


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