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Mateo 14:20 - Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Todos comieron y se saciaron, y se recogieron los pedazos que sobraron: ¡doce canastos llenos!

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Biblia Reina Valera 1960

20 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Todos comieron cuanto quisieron, y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Y comieron todos y se saciaron, y de lo sobrante de los trozos, recogieron doce cestos° llenos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Todos comieron hasta quedar saciados y recogieron, de los pedazos sobrantes, doce canastos llenos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Y comieron todos, y se saciaron, y de los pedazos que sobraron, alzaron doce canastos llenos.

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Mateo 14:20
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

He oído las quejas de mi pueblo. Diles: por la tarde comerán carne y por la mañana se saciarán de pan; así sabrán que yo soy Yavé, el Dios de ustedes.


Esta tarde, Yavé les dará carne para que coman, y por la mañana, pan a saciedad. Esa es la manera como les contestará porque le han criticado a él y no a nosotros. Pues nosotros, ¿qué somos?'


Todos comieron hasta saciarse. Después se recogieron los pedazos que habían sobrado, y llenaron doce canastos.


Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.


Yo les quitaré el pan, hasta el punto que diez mujeres cocerán todo su pan en un solo horno, y se lo darán tan medido que no se podrán saciar.


Felipe le respondió: 'Doscientas monedas de plata no alcanzarían para dar a cada uno un pedazo.


Sus discípulos le respondieron: 'Estamos en un desierto, ¿dónde vamos a encontrar suficiente pan como para alimentar a tanta gente?'


Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.


ustedes han sembrado mucho, pero han cosechado poco; han comido, pero se han quedado con hambre; han bebido, pero han seguido con sed; se han vestido, pero no estaban bien abrigados. Y el obrero pone el dinero que ha ganado en un bolsillo roto.


El justo come y calma su apetito, el estómago de los malos grita de hambre.


Los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.


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