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Mateo 10:3 - Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo;'

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Biblia Reina Valera 1960

3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo (el cobrador de impuestos), Santiago (hijo de Alfeo), Tadeo,

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Felipe y Bartolomé,° Tomás y Mateo el publicano, Jacobo, el de Alfeo,° y Tadeo;°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano, Santiago, el de Alfeo, y Tadeo;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo el hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo,

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Mateo 10:3
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Entraron en la ciudad y subieron a la habitación superior de la casa donde se alojaban. Allí estaban Pedro, Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelotes, y Judas, hijo de Santiago.


Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, el hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo,


Mientras caminaba, vio a un cobrador de impuestos sentado en su despacho. Era Leví, hijo de Alfeo. Jesús le dijo: 'Sígueme. Y él se levantó y lo siguió.


Jesús, al irse de allí, vio a un hombre llamado Mateo en su puesto de cobrador de impuestos, y le dijo: 'Sígueme. Mateo se levantó y lo siguió.


Estaban reunidos Simón Pedro, Tomás el Mellizo, Natanael, de Caná de Galilea, los hijos del Zebedeo y otros dos discípulos.


Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: 'Vayamos también nosotros a morir con él.


Judas, servidor de Jesucristo y hermano de Santiago, a los que fueron llamados a la fe, amados por Dios Padre y guardados en Cristo Jesús.


Santiago, servidor de Dios y de Cristo Jesús el Señor, saluda a las doce tribus dispersas en medio de las naciones.


Santiago, Cefas y Juan reconocieron la gracia que Dios me ha concedido. Estos hombres, que son considerados pilares de la Iglesia, nos estrecharon la mano a mí y a Bernabé en señal de comunión: nosotros nos dirigiríamos a los paganos y ellos a los judíos.


Pero no vi a ningún otro apóstol fuera de Santiago, hermano del Señor.


Al día siguiente acompañamos a Pablo a casa de Santiago, donde se habían reunido todos los presbíteros.


Les hizo señas con la mano pidiendo silencio, y les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. En seguida les dijo: 'Comuniquen esto a Santiago y a los hermanos. Luego salió y se fue a otro lugar.


Al salir, Jesús vio a un cobrador de impuestos, llamado Leví, que estaba sentado en el puesto donde cobraba. Jesús le dijo: 'Sígueme.


Cuando terminaron de hablar, Santiago tomó la palabra y dijo: 'Hermanos, escúchenme:'


Judas, no el Iscariote, le preguntó: 'Señor, ¿por qué hablas de mostrarte a nosotros y no al mundo?'


Jesús le respondió: 'Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ve a mí ve al Padre. ¿Cómo es que dices: Muéstranos al Padre?'


Entre ellas estaban María Magdalena, María, madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.


Si se niega a escucharlos, informa a la asamblea. Si tampoco escucha a la iglesia, considéralo como un pagano o un publicano.


Había unas mujeres que miraban de lejos, entre ellas María Magdalena, María, madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé.


Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano.


El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: 'Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese publicano...


Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: 'Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador'.


Había allí un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los cobradores del impuesto y muy rico.


Natanael le preguntó: '¿Cómo me conoces?' Jesús le respondió: 'Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas bajo la higuera, yo te vi.


Entonces Tomás le dijo: 'Señor, nosotros no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?'


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