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Marcos 6:56 - Biblia Católica (Latinoamericana)

56 y en todos los lugares adonde iba, pueblos, ciudades o aldeas, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que les dejara tocar al menos el fleco de su manto. Y todos los que lo tocaban quedaban sanos.

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Biblia Reina Valera 1960

56 Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

56 Por donde iba —fueran aldeas, ciudades o granjas— le llevaban enfermos a las plazas. Le suplicaban que permitiera a los enfermos tocar al menos el fleco de su túnica, y todos los que tocaban a Jesús eran sanados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

56 Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o alquerías, colocaban a los enfermos en las plazas, y le rogaban que al menos pudieran tocar° el borde de su manto; y cuantos lo tocaban eran sanados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

56 Y adondequiera que llegaba, aldeas o ciudades o caseríos, colocaban a los enfermos en las plazas, y le rogaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto; y cuantos lograban tocarlo, todos sanaban.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

56 Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar tan siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.

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Marcos 6:56
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Mientras iba de camino, una mujer que desde hacía doce años padecía hemorragias, se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto.


Por eso cada cual trataba de tocarlo, porque de él salía una fuerza que los sanaba a todos.


Pues al verlo sanar a tantos, todas las personas que sufrían de algún mal se le echaban encima para tocarlo.


La gente incluso sacaba a los enfermos a las calles y los colocaba en camas y camillas por donde iba a pasar Pedro, para que por lo menos su sombra cubriera a alguno de ellos.


No hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres ningún otro Nombre por el que debamos ser salvados.


Hoy debemos responder por el bien que hemos hecho a un enfermo. ¿A quién se debe esa sanación?


Pero Jesús le dijo: '¡Basta ya!' Y tocando la oreja del hombre, lo sanó.


se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto. Al instante se le detuvo el derrame.


y sucedió que unas personas que llevaban a enterrar a un difunto, divisaron a una de esas bandas. Depositaron entonces al muerto en la tumba de Eliseo y se pusieron a salvo. Cuando el hombre tocó los huesos de Eliseo, revivió e inmediatamente se puso de pie.


Te harás una borla en las cuatro puntas del manto con que te cubras.


Le rogaban que los dejara tocar al menos el fleco de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron totalmente sanos.


y corrieron a dar la noticia por toda aquella región. Empezaron a traer a los enfermos en sus camillas al lugar donde él estaba,


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