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Marcos 2:17 - Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Jesús los oyó y les dijo: 'No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Cuando Jesús los oyó, les dijo: «La gente sana no necesita médico, los enfermos sí. No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores».

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Al oírlo Jesús, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No vine a llamar a justos, sino a pecadores.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Cuando Jesús lo oyó, les dice: 'No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Y oyéndolo, Jesús les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos: No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

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Marcos 2:17
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yo les digo que de igual modo habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse.


El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.


Que el malvado deje sus caminos, y el criminal sus proyectos; vuélvanse a Yavé, que tendrá piedad de ellos, a nuestro Dios, que está siempre dispuesto a perdonar.


Al oír esto, algunos fariseos que estaban allí con él le dijeron: '¿Así que también nosotros somos ciegos?'


De igual manera, yo se lo digo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte.


Pero él le contestó: 'Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos.


que se entregó por nosotros para rescatarnos de todo pecado y purificar a un pueblo que fuese suyo, dedicado a toda obra buena.


Ahora Yavé les dice: 'Vengan, para que arreglemos cuentas. Aunque sus pecados sean colorados, quedarán blancos como la nieve; aunque sean rojos como púrpura, se volverán como lana blanca.


exhortando con insistencia tanto a judíos como a griegos a la conversión a Dios y a la fe en Jesús, nuestro Señor.


Ustedes aparentan ser gente perfecta, pero Dios conoce los corazones, y lo que los hombres tienen por grande lo aborrece Dios.


Cuídense, no desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues yo se lo digo: sus ángeles en el Cielo contemplan sin cesar la cara de mi Padre del Cielo.


Muy por el contrario, empecé a predicar, primero a la gente de Damasco, luego en Jerusalén y en el país de los judíos, y por último en las naciones paganas. Y les pedía que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, mostrando en adelante los frutos de una verdadera conversión.


Le contestaron ellos: 'No eres más que pecado desde tu nacimiento, ¿y pretendes darnos lecciones a nosotros?' Y lo expulsaron.


El corazón es lo más complejo, y es perverso: ¿quién puede conocerlo?


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