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Marcos 1:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Toda la provincia de Judea y el pueblo de Jerusalén acudían a Juan para confesar sus pecados y ser bautizados por él en el río Jordán.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Toda la gente de Judea, incluidos los habitantes de Jerusalén, salían para ver y oír a Juan; y cuando confesaban sus pecados, él los bautizaba en el río Jordán.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y salía a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalem,° y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Acudían a él de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, ellos confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río Jordán.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y salía a él toda la provincia de Judea, y los de Jerusalén, y eran todos bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.

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Marcos 1:5
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Muchos de los que habían aceptado la fe venían a confesar y exponer todo lo que antes habían hecho.


Pedro les contestó: 'Arrepiéntanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el Nombre de Jesús, el Mesías, para que sus pecados sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo.


Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salín, porque allí había mucha agua; la gente venía y se hacía bautizar.


Esto sucedió en Betabará, al otro lado del río Jordán, donde Juan bautizaba.


Empezaron a seguir a Jesús muchedumbres: gente de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán.


Ocultar sus faltas no conduce a nada, el que las reconoce y renuncia a ellas se hace perdonar.


Te confesé mi pecado, no te escondí mi culpa. Yo dije:' Ante el Señor confesaré mi falta'. Y tú, tu perdonaste mi pecado, condonaste mi deuda.


Entonces Josué dijo a Acán: '¡Di la verdad delante de Yavé, el Dios de Israel, hijo mío! ¡Ríndele homenaje! Dime lo que hiciste y no me ocultes nada'.


Es así como Juan el Bautista empezó a bautizar en el desierto. Allí predicaba bautismo y conversión, para alcanzar el perdón de los pecados.


Además de la piel que tenía colgada de la cintura, Juan no llevaba más que un manto hecho de pelo de camello. Su comida eran langostas y miel silvestre.


Juan era una antorcha que ardía e iluminaba, y ustedes por un tiempo se sintieron a gusto con su luz.


Reconozcan sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para que sean sanados. La súplica del justo tiene mucho poder con tal de que sea perseverante:


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