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Malaquías 2:17 - Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Ustedes aburren a Yavé con sus discursos y todavía dicen: '¿En qué le hemos molestado?' Ustedes lo molestan cuando afirman que Yavé mira complacido a cuantos actúan mal, ya que les va bien en todo, o cuando se preguntan: '¿Dónde estará el Dios que hace justicia?'

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Biblia Reina Valera 1960

17 Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Ustedes han cansado al Señor con sus palabras. «¿Cómo lo hemos cansado?», preguntan. Lo cansaron diciendo que todos los que hacen el mal son buenos a los ojos del Señor y que él se agrada de ellos. Lo han fatigado al preguntar: «¿Dónde está el Dios de justicia?».

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Habéis hastiado a YHVH con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué lo hemos hastiado? En que decís: Todo el que hace mal agrada a YHVH, y de los tales Él se agrada, y: ¿Dónde está el Dios justo?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Molestáis a Yahveh con vuestras palabras y preguntáis: '¿En qué le molestamos?'. En que pensáis: 'Todos los que hacen el mal son buenos a los ojos de Yahveh, y en éstos se complace'; o cuando decís: '¿Dónde está el Dios de la justicia?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Habéis cansado a Jehová con vuestras palabras. Y diréis: ¿En qué le hemos cansado? Cuando decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales Él toma contentamiento; de otra manera, ¿dónde está el Dios de juicio?

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Malaquías 2:17
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yo no te he abrumado pidiéndote ofrendas, ni te he cansado reclamando incienso. No tuviste que gastar en aromas, ni me diste la grasa de tus sacrificios, sino que me has atormentado con tus pecados y me has cansado con tu maldad.


Ese día andaré con antorchas, registrando Jerusalén para castigar a esos hombres que se quedan sentados en sus basuras y piensan: '¡Total, Yavé no hace ni bien ni mal!'


como las acciones malas no son inmediatamente juzgadas y castigadas, los hombres encuentran en eso un incentivo para hacer el mal.


No se podrá escapar el hombre rápido, ni demostrar su fuerza el forzudo, ni salvar su vida el valiente.


Pero ya que no te acordaste de los días de tu juventud, sino que me provocaste de mil maneras, yo haré que recaiga sobre tu cabeza tu conducta, palabra de Yavé. ¿No siguieron a tus acciones vergonzosas los crímenes?


Me dijo: '¿Hijo de hombre, has visto lo que hacen los ancianos de Israel, cada uno en su cuarto? Dicen para sí: 'Yavé ya no ve, Yavé ya no se preocupa de esta tierra'.


Tú me has dejado, dice Yavé, tú me has vuelto la espalda. Por eso, ahora extiendo mi mano para destruirte, pues ya me cansé de perdonarte.


Yavé está esperando el momento para perdonarlos; se levantará y tendrá piedad de ustedes, pues Yavé es un Dios justo y ¡felices los que en él esperan!'


Entonces Isaías dijo: '¡Oigan, herederos de David! ¿No les basta molestar a todos, que también quieren cansar a mi Dios?'


Odio sus lunas nuevas y sus ceremonias, se me han vuelto un peso y estoy cansado de tolerarlas.


Entonces enjuiciarás al malvado justicia y derecho estarán en tus manos.


¿Acaso puede gobernar el que odia el derecho? ¿Cómo vas a condenar al Justo Supremo?


Basta de palabras altaneras, no salga más la arrogancia de su boca. Yavé es un Dios que todo lo sabe, él es quien pesa las acciones.


¿Puede acaso un hombre engañar a Dios? Pero ustedes me están engañando. Ustedes dirán: '¿En qué cosa te hemos engañado?' Pues, con los diezmos y tributos sagrados.


Y luego se preguntan: '¿Por qué será?' Porque Yavé ha visto cómo tú traicionas a la esposa que tomaste cuando joven. Ella ha sido tu compañera y con esta mujer te habías comprometido.


Me respondió: 'El pecado de la casa de Israel y de Judá es tan grande que supera toda medida; el país está repleto de sangre y la ciudad, llena de injusticia. Dicen para sí: Yavé ya no se preocupa del país, Yavé ya no ve nada.


Más aún, Job debe ser examinado a fondo por sus respuestas, propias de malvados.


El es la Roca, cuya obra es perfecta, y todos sus caminos son justicia. Es Dios leal, enemigo del mal, es recto y justo.


En nación dominada por un tirano, él venda los ojos de los jueces, pues si no es él, ¿quién será entonces?


¡Ay de los que disimulan sus planes y creen que se esconden de Yavé! Traman sus proyectos en la oscuridad, y luego dicen: '¿Quién nos ve, quién lo sabe?'


Tú, Jacob, no me has invocado, más bien, te habías cansado de mí.


Mira cómo me dicen: ¿Una palabra más de Yavé? ¡Que se cumpla, pues!


Yavé no ha podido contenerse más al ver la mala conducta de ustedes y las cosas horribles que ustedes han hecho. Por eso, su país es ahora un desierto espantoso, maldito y abandonado.


Ustedes dicen: La manera de ver las cosas que tiene Yavé no es la correcta. Oigan, pues, gente de Israel: ¿así que mi manera de ver las cosas no es correcta? ¿No lo será más bien la de ustedes?


Yavé, tú tienes siempre la razón cuando yo hablo contigo, y, sin embargo, hay un punto que quiero discutir: ¿Por qué tienen suerte los malos y son felices los traidores?


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