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Lucas 16:8 - Biblia Católica (Latinoamericana)

8 El patrón admiró la manera tan inteligente de actuar de ese administrador que lo estafaba. Pues es cierto que los ciudadanos de este mundo sacan más provecho de sus relaciones sociales que los hijos de la luz.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 »El hombre rico tuvo que admirar a este pícaro deshonesto por su astucia. Y la verdad es que los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz al lidiar con el mundo que los rodea.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y elogió el Señor° al mayordomo de la injusticia, porque había actuado sagazmente: Los hijos de este siglo son más sagaces respecto a su generación que los hijos de la luz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Y el señor alabó al administrador infiel, por haber obrado tan sagazmente. Pues los hijos de este mundo son más sagaces en el trato con los suyos que los hijos de la luz.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y alabó el señor al mayordomo injusto por haber hecho astutamente; porque los hijos de este siglo son en su generación más astutos que los hijos de luz.

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Lucas 16:8
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día: no somos de la noche ni de las tinieblas.


En otro tiempo ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor. Pórtense como hijos de la luz,


El que ha sido digno de confianza en cosas sin importancia, será digno de confianza también en las importantes; y el que no ha sido honrado en las cosas mínimas, tampoco será honrado en las cosas importantes.


Mientras tengan la luz, crean en la luz y serán hijos de la luz. Así habló Jesús; después se fue y ya no se dejó ver más.


En esto se reconocen los hijos de Dios y los del Diablo: el que no sigue el camino de rectitud no es de Dios, y tampoco el que no ama a su hermano.


Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me quiten el cargo, tenga gente que me reciba en su casa.


Tomemos precauciones contra él para que no siga multiplicándose, no vaya a suceder, que si estalla una guerra, se una a nuestros enemigos para luchar contra nosotros y escapar del país.


La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yavé Dios había hecho. Dijo a la mujer: '¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?'


Jesús les respondió: 'Los de este mundo se casan, hombres y mujeres,


Señor, que perezcan por tu mano, acaba con ellos, no los dejes vivir. Llénales el vientre de lo que les reservas, que sus hijos también queden saciados y que dejen las sobras a sus nietos.


Amnón tenía un amigo que se llamaba Yonadab, hijo de Simea, hermano de David; Yonadab era muy astuto.


Pero ustedes son una raza elegida, un reino de sacerdotes, una nación consagrada, un pueblo que Dios hizo suyo para proclamar sus maravillas; pues él los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.


La perdición los espera; su Dios es el vientre, y se sienten muy orgullosos de cosas que deberían avergonzarlos. No piensan más que en las cosas de la tierra.


Que nadie se engañe. Si uno es sabio según el mundo y pasa por tal entre ustedes, que se haga tonto y llegará a ser sabio.


Y el Señor dijo: '¿Se han fijado en las palabras de este juez malo?'


Pedro contestó: 'Los que no son de la familia. Y Jesús le dijo: 'Entonces los hijos no pagan.


Que se reúnan en torno a mí todos los profetas de Baal, todos sus ayudantes, todos sus sacerdotes, que no falte nadie porque tengo que ofrecer un gran sacrificio a Baal. Los que no vengan serán condenados a muerte'. Era una trampa, pues así quería Jehú dar muerte a todos los que servían a Baal.


Al que calumnie al Hijo del Hombre se le perdonará; pero al que calumnie al Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro.


Después dijo a otro: 'Y tú, ¿cuánto le debes?' Contestó: 'Cuatrocientos quintales de trigo. Entonces le dijo: 'Toma tu recibo y escribe trescientos.


pero los que sean juzgados dignos de entrar en el otro mundo y de resucitar de entre los muertos, ya no toman marido ni esposa.


Se aprecia a cada cual según su buen criterio, el que habla con doblez será despreciado.


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