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Lucas 14:13 - Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Cuando des un banquete, invita más bien a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Al contrario, invita al pobre, al lisiado, al cojo y al ciego.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Sino que, cuando hagas un banquete, invita a los pobres, a los mancos, a los cojos, a los ciegos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Al contrario, cuando des un banquete, invita a pobres, tullidos, cojos, ciegos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos, y a los ciegos;

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Lucas 14:13
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Al regresar, el sirviente se lo contó a su patrón, que se enojó. Pero dijo al sirviente: 'Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad y trae para acá a los pobres, a los inválidos, a los ciegos y a los cojos.


si das al hambriento lo que deseas para ti y sacias al hombre oprimido, brillará tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad se volverá como la claridad del mediodía.


El que oprime al pobre insulta a su Creador, el que tiene piedad de los indigentes le rinde homenaje.


Compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano.


No dejen de practicar la hospitalidad, pues saben que algunos dieron alojamiento a ángeles sin saberlo.


Le dijeron además: '¡Vayan y coman buena carne y tomen bebida agradable, pero guarden una parte para el que nada tiene preparado y llévensela, porque hoy es un día santo para nuestro Señor!'


Los servidores salieron inmediatamente a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, de modo que la sala se llenó de invitados.


Durante esta fiesta te alegrarás, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que viven en tu ciudad.


y recomendada por sus buenas obras: si educó a sus hijos, dio hospitalidad, sirvió humildemente a los santos y socorrió a los que sufren. En pocas palabras, que se haya dedicado a hacer el bien.


En el lugar que Yavé haya elegido para morada de su Nombre, estarás de fiesta, y contigo tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita que vive en tus ciudades, el forastero, el huérfano y la viuda que viven entre ustedes.


Vendrá entonces a comer el levita, que no tiene herencia propia entre ustedes, y el extranjero, el huérfano y la viuda, que habitan tus ciudades, y comerán hasta saciarse. Así Yavé bendecirá todas las obras de tus manos, todo lo que hayas emprendido.


Es necesario, pues, que el obispo sea irreprochable, casado una sola vez, casto, dueño de sí, de buenos modales, que acoja fácilmente en su casa y con capacidad para enseñar.


la bendición del desgraciado caía sobre mí, y yo alegraba el corazón de la viuda.


Y todo el pueblo se dispersó para comer, beber, compartir y dar rienda suelta a su alegría, porque habían entendido las palabras que se les había enseñado.


Ezequías, rey de Judá, había reservado para toda la asamblea mil novillos y siete mil ovejas. Los jefes, por su parte, habían reservado para la asamblea mil novillos y diez mil ovejas. Y muchos sacerdotes estaban listos después de cumplir los ritos de purificación.


después distribuyó a todo el mundo, a todos los israelitas, tanto hombres como mujeres, a cada uno, un pastel, una porción de carne, un dulce de pasas, y todo el mundo regresó a su casa.


Al contrario, que reciba con facilidad en su casa, que sea amigo del bien, hombre de buen juicio, justo, piadoso, dueño de sí mismo.


Pues tuve mucho gozo y consuelo al tener noticias de tu caridad, ya que nuestros hermanos se sienten confortados por ti.


Pedro se fue sin más con ellos. Apenas llegó lo hicieron subir a la habitación del piso superior, donde le presentaron a todas las viudas, que estaban llorando, y le mostraban las túnicas y mantos que Tabita hacía mientras vivía con ellas.


Pero, según ustedes, simplemente con dar limosnas todo queda purificado.


El hombre compasivo será bendito: supo compartir su pan con el pobre.


Un gentío muy numeroso se acercó a él trayendo mudos, ciegos, cojos, mancos y personas con muchas otras enfermedades. Los colocaron a los pies de Jesús y él los sanó.


Jesús dijo también al que lo había invitado: 'Cuando des un almuerzo o una comida, no invites a tus amigos, hermanos, parientes o vecinos ricos, porque ellos a su vez te invitarán a ti y así quedarás compensado.


¡Qué suerte para ti si ellos no pueden compensarte! Pues tu recompensa la recibirás en la resurrección de los justos.


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