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Levítico 6:13 - Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Esta es la ofrenda que Aarón y sus hijos ofrecerán a Yavé en el día de su consagración: una décima de flor de harina lo mismo como para la ofrenda perpetua la mitad por la mañana y la otra por la tarde.

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Biblia Reina Valera 1960

13 El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Recuerden, el fuego del altar siempre debe estar encendido; nunca debe apagarse.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Un fuego continuo arderá sobre el altar sin extinguirse.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 'Ésta es la ofrenda que Aarón y sus hijos ofrecerán a Yahveh el día en que sea ungido alguno de ellos: un décimo de efá de flor de harina en oblación perpetua, la mitad por la mañana y la otra mitad por la tarde.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 El fuego ha de arder continuamente en el altar; no se apagará.

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Levítico 6:13
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Lo que quede será para Aarón y sus hijos: lo comerán sin ponerle levadura en un lugar santo dentro de la Morada.


La freirán en aceite, en una sartén, y la ofrecerás caliente; presentarás los pedacitos fritos como ofrenda de calmante olor para Yavé.


La sala que mira al norte está reservada a los sacerdotes que prestan servicios en el altar. Entre los levitas, los hijos de Sadoc tienen el privilegio de acercarse a Yavé y de servirlo.


Esta es la manera como consagrarás a los sacerdotes. Tomarás un novillo y dos carneros sin defecto alguno,


panes ázimos y una torta sin levadura, amasada con aceite, como también buñuelos ázimos, untados con aceite; todo lo harás con la flor de la harina de trigo.


Con el primer cordero ofrecerás una décima de medida de flor de harina amasada con un cuarto de sextario de aceite de oliva, y como libación, un cuarto de sextario de vino.


salió fuego de la presencia de Yavé, que consumió el holocausto y las grasas puestas sobre el altar. Todo el pueblo, al verlo, dio gritos de júbilo y cayó rostro en tierra.


Les entrará tanto miedo que huirán sin que nadie los detenga, y sus jefes, espantados, dejarán tirado el estandarte. Esta es palabra de Yavé, cuyo fuego arde en Sión y su horno está en Jerusalén.


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