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Lamentaciones 3:25 - Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Bueno es Yavé para los que esperan en él, para el alma que lo busca.

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Biblia Reina Valera 1960

25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 El Señor es bueno con los que dependen de él, con aquellos que lo buscan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 f Bueno es YHVH a los que lo esperan, al alma que lo busca.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Tet. Bueno es Yahveh para los que en Él esperan, para el alma que le busca.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

25 Bueno es Jehová a los que en Él esperan, al alma que le busca.

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Lamentaciones 3:25
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

los que en El confían recuperan fuerzas, y les crecen alas como de águilas. Correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse. Ciro, libertador de Israel


Espera en el Señor y sigue su camino, él te librará de los impíos, y te mantendrá hasta que heredes la tierra; presenciarás la caída de los malos.


Entonces dirán: 'Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;'


Bueno es esperar en silencio la salvación de Yavé.


Confía en el Señor, ¡ánimo, arriba!, espera en el Señor.


Cállate ante el Señor y espéralo; no te indignes por el aprovechador,


Yavé está esperando el momento para perdonarlos; se levantará y tendrá piedad de ustedes, pues Yavé es un Dios justo y ¡felices los que en él esperan!'


Tengan paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Miren cómo el sembrador cosecha los preciosos productos de la tierra, que ha aguardado desde las primeras lluvias hasta las tardías.


Israel tirará del arado, Jacob rastrillará. Siembren, pues, según la justicia, y cosechen la bondad. Roturen para ustedes tierras sin cultivar, pues es tiempo de buscar a Yavé hasta que venga a traerles la justicia.


Tú has desconcertado a los que vivían como justos, y que te recordaban, siguiendo tus caminos. Te enojaste, pues a lo mejor pecamos; hemos actuado mal, pero tendremos salvación.


el cual salió al encuentro de Asá y le dijo: '¡Escúchenme ustedes, Asá y toda la gente de Judá y Benjamín! Yavé estará con ustedes mientras ustedes estén con él; si ustedes lo buscan, él se dejará hallar, pero si ustedes lo abandonan, él los abandonará a ustedes.


Busquen a Yavé ahora que lo pueden encontrar, llámenlo ahora que está cerca.


Pues tú, oh Dios, escuchaste mis votos; cumples el deseo de los que temen tu nombre.


Si es así, ¿qué me queda, Señor? Pondré en ti mi esperanza.


Mi corazón de ti me habla diciendo: 'Procura ver su faz'.


El Señor es bueno y recto; por eso muestra el camino a los que han pecado.


Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón entero y con ánimo cariñoso, porque Yavé sondea a todos los corazones y penetra los pensamientos en todas sus formas. Si lo buscas, se dejará encontrar, pero si lo dejas, él te arrojará para siempre.


Dichosos los que observan sus testimonios y lo buscan de todo corazón,


esperando que venga del cielo el que nos libera del juicio que se acerca: éste es Jesús, su Hijo, al que resucitó de entre los muertos.


Los pobres comerán hasta saciarse, alabarán a Dios los que lo buscan: ¡vivan sus corazones para siempre!


Por esto, espérenme, les dice Yavé, para el día en que yo venga a acusarlos. Pues ya salió la sentencia: reuniré a las naciones y juntaré a los imperios para descargar sobre ustedes mi enojo, todo el ardor de mi ira, y todo el país será consumido por el fuego de mis celos.


Mi alma te desea por la noche y mi espíritu se despierta en mí desde la mañana. Cuando a la tierra le llegan tus juicios, los habitantes del mundo aprenden a ser justos.


Siéntanse orgullosos de su santo nombre, y alégrense los que buscan al Señor.


Oh Dios, escucha mi clamor, atiende a mi plegaria.


Vean esto, los humildes, y regocíjense. ¡Reanímense, los que buscan al Señor!


a todos aquellos cuyo corazón está dispuesto a buscar a Yavé Dios, el Dios de sus padres, aunque no tengan la pureza requerida para las cosas sagradas.


Sin embargo, algo bueno ha sido hallado en ti: quitaste de tu país los troncos sagrados y te dedicaste a buscar a Dios.


Me habría dado vergüenza haberle pedido al rey un destacamento o una tropa de caballería para que nos protegieran de los salteadores en el camino. Pues habíamos dicho al rey: ' La fuerza de nuestro Dios acompaña a todos los que lo buscan para el bien de ellos; pero su fuerza y su cólera recaen sobre todos los que lo abandonan'.


Yo entonces, siempre en ti esperaré, y te alabaré como no se ha hecho nunca.


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