Lamentaciones 3:11 - Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ Complicando mis caminos me destrozó, me dejó hecho un horror.

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Biblia Reina Valera 1960

¹¹ Torció mis caminos, y me despedazó; me dejó desolado.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ Me arrastró fuera del camino, me descuartizó y me dejó indefenso y destruido.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ d Trastorna mis caminos, me destroza y me deja desolado.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ Me cerró el camino y me desgarró, me dejó hecho un horror.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹¹ Torció mis caminos, y me despedazó; me dejó asolado.

Lamentaciones 3:11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Oseas 6:1

Vengan, volvamos a Yavé; pues si él nos lesionó, él nos sanará; si él nos hirió, él vendará nuestras heridas.

Lamentaciones 1:13

El fuego que lanzó de lo alto bajó hasta mis huesos; tendió una red a mis pies y me hizo caer de espaldas. Me dejó abandonada y siempre doliente.

Apocalipsis 18:19

Y echando polvo sobre su cabeza, decían llorando y lamentándose: '¡Ay, ay de la Gran Ciudad, donde se hicieron muy ricos, gracias a su lujo, cuantos tenían naves en el mar! ¡En una hora ha quedado devastada!'

Mateo 23:38

Por eso se van a quedar ustedes con su templo vacío.

Miqueas 5:8

Yavé, ¡que tu mano quiebre a tus adversarios, y perezcan todos tus enemigos!

Daniel 7:23

Entonces aquel a quien había preguntado me dijo: 'El cuarto animal es un cuarto reino que habrá en la tierra y que será distinto a todos los demás; devorará a toda la tierra, la aplastará y la pisoteará.

Jeremías 32:43

En aquel tiempo comprarán campos en este país que ustedes consideran como un desierto, al quedar sin hombres ni animales, a merced de los caldeos.

Jeremías 19:8

Transformaré este lugar en un desierto, en un objeto de risa, de manera que cualquiera que pase quedará admirado y silbará al ver tantas heridas.

Jeremías 6:8

Hazme caso, Jerusalén, si no quieres que me aleje de ti y te conviertas en un desierto, en una tierra deshabitada.

Jeremías 5:6

Por esto, el león de la selva los ataca, el lobo de las estepas los destroza y la pantera está acechando a la puerta de sus ciudades, lista para despedazar al que salga, porque son muchos sus pecados y numerosas sus rebeldías.

Salmos 50:22

¡Oigan bien los que se olvidan de Dios! pues si doy un zarpazo no habrá quien los libre.

Job 16:7

Pues ahora, el envidioso ha agotado mis fuerzas y su bando se apodera de mí.

Salmos 143:4

Mi espíritu en mí desfallece, mi corazón se asusta en mi interior.

Jeremías 15:3

Los someteré a cuatro tiranos, dice Yavé: la espada para matarlos, los perros para despedazarlos, las aves de rapiña y las fieras salvajes para devorarlos y aniquilarlos. (

Lamentaciones 3:10

Ha sido para mí como oso en acecho y león en escondite.