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Jueces 7:25 - Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Hicieron prisioneros a los dos jefes de Madián, Oreb y Zeeb, mataron a Oreb en la Roca de Oreb y a Zeeb en el Lagar de Zeeb. De vuelta de la persecución a los madianitas, entregaron a Gedeón, al otro lado del Jordán, las cabezas de Oreb y de Zeeb.

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Biblia Reina Valera 1960

25 Y tomaron a dos príncipes de los madianitas, Oreb y Zeeb; y mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb; y después que siguieron a los madianitas, trajeron las cabezas de Oreb y de Zeeb a Gedeón al otro lado del Jordán.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Capturaron a Oreb y a Zeeb, los dos comandantes de los madianitas, y mataron a Oreb en la roca de Oreb, y a Zeeb en el lagar de Zeeb; y no dejaron de perseguir a los madianitas. Después los israelitas le llevaron las cabezas de Oreb y Zeeb a Gedeón, quien estaba junto al río Jordán.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Y capturaron a los dos jefes de Madián: Oreb° y Zeeb.° Y a Oreb lo mataron en Tsur-oreb° y a Zeeb lo mataron en Yequebzeeb.° Y persiguieron a Madián, pero las cabezas de Oreb y de Zeeb las llevaron a Gedeón, al otro lado del Jordán.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Se apoderaron de dos príncipes de Madián, Oreb y Zeeb. Dieron muerte a Oreb en la roca de Oreb, y mataron a Zeeb en el lagar de Zeeb. Siguieron luego en persecución de Madián, y llevaron las cabezas de Oreb y Zeeb a Gedeón, al otro lado del Jordán.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

25 Y tomaron dos príncipes de los madianitas, Oreb y Zeeb: y mataron a Oreb en la roca de Oreb, y a Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb: y después que siguieron a los madianitas, trajeron las cabezas de Oreb y de Zeeb a Gedeón al otro lado del Jordán.

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Jueces 7:25
7 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yavé de los Ejércitos hará zumbar la huasca sobre él, igual como cuando se las dio a Madián, en el cerro Horeb, y levantará su bastón sobre el mar, como lo hizo en Egipto.


Encima de Acán se levantó un gran montón de piedras que está allí todavía, y Yavé se apaciguó del ardor de su cólera. Por eso, hasta el día de hoy llaman a ese lugar: el valle de Acor.


Los zapatos que hacían retumbar la tierra y los mantos manchados de sangre van a ser quemados: el fuego los devorará.


Vi que cundía el miedo en las tiendas de Cusán; que temblaban de espanto las carpas de Madián.


que fueron exterminados junto a Endor, y de abono sirvieron a la tierra.


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