Jueces 5:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵ Los montes se estremecieron al paso de Yavé, al paso de Yavé, el Dios de Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

⁵ Los montes temblaron delante de Jehová, Aquel Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵ Las montañas temblaron ante la presencia del Señor, Dios del monte Sinaí, ante la presencia del Señor, Dios de Israel.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵ Temblaron los montes delante de YHVH, Aquel mismo Sinay, ante la presencia de YHVH, Dios de Israel.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵ Derritiéronse los montes delante de Yahveh, delante de Yahveh, Dios de Israel.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁵ Las montañas se derritieron delante de Jehová, aun aquel Sinaí, delante de Jehová, el Dios de Israel.

Jueces 5:5 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Éxodo 19:18

El monte Sinaí entero humeaba, porque Yavé había bajado en medio del fuego. Subía aquel humo como de un horno, y todo el monte temblaba muy fuerte.

Salmos 97:5

Los montes se derriten como cera ante el que es Amo de toda la tierra;'

Nahum 1:5

los cerros tiemblan ante él, y las lomas se estremecen. Ante él se derrumban la tierra, el universo y todos los que en él viven.

Hebreos 12:18

Recuerden su iniciación. No hubo aquel fuego físico que ardía junto a la nube oscura y la tempestad,

Habacuc 3:10

las montañas te ven y se estremecen; caen lluvias de diluvio mientras truena la voz del abismo.

Salmos 68:8

la tierra tembló y los cielos destilaron en presencia de Dios, el Dios de Israel.

Salmos 114:4

las montañas saltaron como carneros y como corderos las colinas.

Éxodo 20:18

Mientras tanto, todo el pueblo estaba mirando: todo era truenos, relámpagos y sonido de trompeta en el cerro que humeaba. Al verlo el pueblo temblaba de miedo, y se mantenían a distancia.

Salmos 104:32

él, que mira a la tierra y ésta tiembla, y si toca a los montes, echan humo.

Salmos 68:9

Esparciste una lluvia generosa para reanimar a los tuyos extenuados,

Isaías 63:19

Desde hace tiempo somos un pueblo que tú no gobiernas y que tu Nombre ya no protege. ¡Ah, si tú rasgaras los cielos y bajaras! Los cerros se derretirían al verte.