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Jueces 17:3 - Biblia Católica (Latinoamericana)

3 El le devolvió las mil cien monedas de plata. Pero su madre dijo: 'Yo misma había dedicado este dinero a Yavé por mi hijo, para que hiciera un ídolo y una estatua de bronce; te puedes quedar con él'.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Y él devolvió los mil cien siclos de plata a su madre; y su madre dijo: En verdad he dedicado el dinero a Jehová por mi hijo, para hacer una imagen de talla y una de fundición; ahora, pues, yo te lo devuelvo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Entonces él le devolvió el dinero, y ella dijo: —Ahora consagro estas monedas de plata al Señor. En honor a mi hijo, haré tallar una imagen y fundir un ídolo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Y él devolvió los mil cien ciclos de plata a su madre, y su madre dijo: En verdad consagro por mi mano esta plata a YHVH, en favor de mi hijo, para que se haga una imagen esculpida, y otra de fundición.° Ahora, pues, te la devuelvo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Devolvió él los mil cien siclos de plata a su madre, y ella dijo: 'Yo había consagrado solemnemente y de forma voluntaria este dinero a Yahveh en favor de mi hijo, para fabricar una estatua y una imagen de metal fundido'. Él dijo: 'Ahora te lo devuelvo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Y luego que él devolvió los mil cien siclos de plata a su madre, su madre dijo: Yo ciertamente he dedicado de mi mano este dinero a Jehová por mi hijo, para hacer una imagen de talla y una de fundición; ahora pues, yo te lo devuelvo.

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Jueces 17:3
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No te harás estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la tierra, y en las aguas debajo de la tierra.


No se vuelvan hacia los ídolos ni se hagan dioses de metal fundido. ¡Yo soy Yavé, Dios de ustedes!


No pondrán junto a mí dioses de plata ni de oro.


Serán expulsados de las comunidades judías; más aún, se acerca el tiempo en que cualquiera que los mate pensará que está sirviendo a Dios.


Todos ellos son bestias y estúpidos, pues sus ídolos demuestran su necedad.


Ahora bien se sacrifica a un buey y al mismo tiempo se mata a un hombre; se degüella un cordero pero también se desnuca un perro. Se presenta como ofrenda sangre de cerdo y, si queman incienso, lo queman ante los ídolos. Así como se deleitan en seguir sus caminos, y sus almas quedan felices con sus sucios ídolos,


Le dijeron: 'Consulta a Yavé para que sepamos si resultará este viaje que estamos haciendo'.


Entonces Micá pensó: 'Ahora sé que Yavé me favorecerá porque tengo como sacerdote a un levita'.


Ustedes lo harán tanto en los altos cerros como en las lomas y bajo los árboles frondosos. Demuelan, pues, sus altares, rompan sus pedestales, quemen sus troncos sagrados y hagan pedazos las esculturas de sus dioses. Procuren borrar, en dichos lugares, hasta el nombre de sus dioses.


Dijo a su madre: 'Las mil cien monedas de plata que te habían robado y a propósito de las cuales habías pronunciado una maldición, maldición que oí con mis propios oídos, pues bien, esa plata la tengo yo: yo la había tomado'. Su madre dijo inmediatamente: '¡Yavé bendiga a mi hijo!'


El, sin embargo, entregó el dinero a su madre. Ella sacó doscientas monedas y se las dio a un orfebre. Con ellas hizo un ídolo y una estatua de bronce que quedaron en la casa de Micá.


Los danitas instalaron allí al ídolo por su cuenta, y Yonatán, hijo de Guersón, hijo de Moisés, y sus hijos, fueron sacerdotes para la tribu de Dan hasta el día de la deportación.


Encontrarás que son impuros la cubierta de plata de tus ídolos y el revestimiento de oro de tus estatuas. Los tirarás como unas inmundicias y les dirás: 'Váyanse de aquí.


Maldito sea el que hace un ídolo de metal, cosa odiosa a Yavé, obra de manos de artífice, y lo coloca en un lugar oculto. Todo el pueblo responderá: ¡Amén!


Colocó el ídolo que había fabricado en la Casa de Yavé, de la cual había dicho Dios a David y a Salomón su hijo: 'En esta Casa y en Jerusalén, que he elegido entre las tribus de Israel, pondré mi Nombre para siempre.


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