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Jueces 16:18 - Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Dalila vio que esta vez le había revelado su secreto. Mandó a buscar a los jefes de los filisteos y les dijo: 'Vengan ahora porque me ha revelado lo más secreto de su corazón'. Los jefes de los filisteos fueron a su casa llevando el dinero en la mano.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los principales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Así que Dalila se dio cuenta de que por fin Sansón le había dicho la verdad, y mandó llamar a los gobernantes filisteos. «Vuelvan una vez más —les dijo—, porque al fin me reveló su secreto». Entonces los gobernantes filisteos volvieron con el dinero en las manos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y cuando Dalila se dio cuenta de que le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los jefes de los filisteos, diciendo: Subid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los jefes de los filisteos subieron a ella, llevando la plata en su mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Dalila comprendió que él le había abierto todo su corazón; mandó llamar a los príncipes de los filisteos y les dijo: 'Subid esta vez, que ya me ha abierto todo su corazón'. Los príncipes de los filisteos fueron adonde ella estaba, con el dinero en la mano.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Y viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los príncipes de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los príncipes de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero.

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Jueces 16:18
11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Debes saber que la raíz de todos los males es el amor al dinero. Algunos, arrastrados por él, se extraviaron lejos de la fe y se han torturado a sí mismos con un sinnúmero de tormentos.


y les dijo: '¿Cuánto me darán si se lo entrego?' Ellos prometieron darle treinta monedas de plata.


Los jefes de los filisteos fueron a verla y le dijeron: 'Sedúcelo con tus encantos y trata de averiguar de dónde le viene esa fuerza tan grande y cómo podríamos dominarlo, amarrarlo y domarlo. Cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata'.


Sépanlo bien: ni el corrompido, ni el impuro, ni el que se apega al dinero, que es servir a un dios falso, tendrán parte en el reino de Cristo y de Dios.


Las palabras del mendigo son como golosinas; se deslizan suavemente hasta el fondo de las entrañas.


El vulgo no es más que una pelusa, y de los de arriba no se puede fiar. Si en la balanza se pusieran todos, ni un soplo pesarían


Ajab dijo a Elías: '¡Me pillaste, enemigo mío!' Elías le respondió: 'Sí, te pillé, porque te vendiste para hacer lo que es malo a los ojos de Yavé:'


Los ancianos de Moab partieron pues junto con los de Madián, con las manos llenas de regalos para el adivino, y llegaron a la casa de Balaam. Cuando le transmitieron las palabras de Balac,


Entonces le abrió su corazón. Le dijo: 'Estoy consagrado a Dios desde el vientre de mi madre y nunca ha pasado la navaja por mi cabeza. Si me raparan, se me iría la fuerza y quedaría tan débil como cualquiera'.


Después de haber hecho dormir a Sansón en sus rodillas, llamó a un hombre para que le cortara las siete trenzas de su cabellera y comenzó a perder sus fuerzas: su fuerza se le había ido.


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