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Juan 8:32 - Biblia Católica (Latinoamericana)

32 entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

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Biblia Reina Valera 1960

32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

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Juan 8:32
42 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En Cristo Jesús la ley del Espíritu de vida te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.


Por tanto, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres.


Conságralos mediante la verdad: tu palabra es verdad.


Sean libres, pero no hagan de la libertad un pretexto para hacer el mal. Sean libres como servidores de Dios.


Jesús contestó: 'Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.


Ahora, en cambio, siendo libres del pecado y sirviendo a Dios, trabajan para su propia santificación, y al final está la vida eterna.


¡El Espíritu del Señor Yavé está sobre mí! sepan que Yavé me ha ungido. Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.


En tu verdad guía mis pasos, instrúyeme, tú que eres mi Dios y mi Salvador. Te estuve esperando todo el día, sé bueno conmigo y acuérdate de mí.


Todo lo contrario el que fija su atención en la Ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como oyente olvidadizo, sino como activo cumplidor; éste será dichoso al practicarla.


Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.


Hablen, por tanto, y obren como quienes han de ser juzgados por una ley de libertad.


Nuestra vocación, hermanos, es la libertad. No hablo de esa libertad que encubre los deseos de la carne, sino del amor por el que nos hacemos esclavos unos de otros.


Así dice Yavé: 'Vuelvan al punto de partida y pregunten por los viejos senderos: ¿Cuál era el camino del bien? Síganlo y encontrarán la tranquilidad. Pero respondieron: '¡No queremos ir por ahí!'


El que haga la voluntad de Dios conocerá si mi doctrina viene de él o si hablo por mi propia cuenta.


Empeñémonos en conocer a Yavé. Su venida es tan cierta como la de la aurora, y su intervención, tan repentina como la llegada del día. Llegará como la lluvia, como el aguacero que riega la tierra.


Entonces no vuelvan al miedo; ustedes no recibieron un espíritu de esclavos, sino el espíritu propio de los hijos, que nos permite gritar: ¡Abba!, o sea: ¡Papá!'


Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad. El no viene con un mensaje propio, sino que les dirá lo que escuchó y les anunciará lo que ha de venir.


Cuando tengan que tomar el camino ya sea a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán sus palabras resonar detrás de ti: 'Este es el camino que deben seguir.


Oigan pues mis advertencias, en este momento en que abro mi corazón y les doy a conocer mis pensamientos.


que siempre están aprendiendo y nunca llegan al conocimiento de la verdad.


Por allí pasará una buena carretera, que se llamará el camino santo; por él no transitará ningún impuro, y el sinvergüenza no se atreverá a pisarlo;'


Estaré a mis anchas en todos mis caminos, pues tus ordenanzas he buscado.


El camino de los justos es como la luz de la aurora: su resplandor va aumentando hasta el mediodía.


Porque no quisieron el saber, no eligieron el temor de Yavé.


Está escrito en los Profetas: Serán todos enseñados por Dios, y es así como viene a mí toda persona que ha escuchado al Padre y ha recibido su enseñanza.


Todos tus hijos serán instruidos por Yavé, y grande será la felicidad de tus hijos.


Irán a verlo todas las naciones y subirán hacia él muchos pueblos, diciendo: 'Vengan, subamos al cerro de Yavé, a la Casa del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y caminemos por sus sendas. Porque la enseñanza irradia de Sión, de Jerusalén sale la palabra de Yavé.


Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso.


Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único; en él todo era don amoroso y verdad.


Por medio de Moisés hemos recibido la Ley, pero la verdad y el don amoroso nos llegó por medio de Jesucristo.


El que recibió la llamada del Señor siendo esclavo es un cooperador libre del Señor. Y el que fue llamado siendo libre se hace esclavo de Cristo.


El Anciano, a la Dama Elegida y a sus hijos. Los amo de verdad; y no sólo yo, sino también cuantos han conocido la verdad,


Entonces saldrá de tu casa con sus hijos y volverá a su familia recobrando la propiedad de sus padres.


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