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Juan 15:7 - Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido!

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y se os hará.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y os será concedido.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis todo lo que quisiereis, y os será hecho.

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Juan 15:7
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pon tu alegría en el Señor, él te dará lo que ansió tu corazón.


Con él tenemos la certeza de que, si le pedimos algo conforme a su voluntad, nos escuchará.


Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo.


Entonces, todo lo que pidamos nos lo concederá, porque guardamos sus mandatos y hacemos lo que le agrada.


Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre.


Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta.


Cuando llegue ese día ya no tendrán que preguntarme nada. En verdad les digo que todo lo que pidan al Padre en mi Nombre se lo concederá.


Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne.


pues en ustedes permanece la unción que recibieron de Jesucristo, y no necesitan que nadie venga a enseñarles. El les ha dado la unción, y ella les enseña todo; ella es verdad y no mentira. Así, pues, quédense con lo que les ha enseñado.


Cuando me llegaban tus palabras, yo las devoraba. Tus palabras eran para mí gozo y alegría, porque entonces hacías descansar tu Nombre sobre mí, ¡oh, Yavé Sabaot!


Lo que el malvado temía le sucede; lo que el justo deseaba se le concede.


En mi corazón escondí tu palabra para no pecar contra ti.


Entonces tu luz surgirá como la aurora y tus heridas sanarán rápidamente. Tu recto obrar marchará delante de ti y la Gloria de Yavé te seguirá por detrás.


Graba en tu corazón los mandamientos que yo te entrego hoy,


Les he escrito, hijitos, porque ya conocen al Padre. Les he escrito, padres, porque conocen al que es desde el principio. Les he escrito, jóvenes, porque son fuertes, la Palabra de Dios permanece en ustedes y ya han vencido al Maligno.


Que la palabra de Cristo habite en ustedes y esté a sus anchas. Tengan sabiduría, para que se puedan aconsejar unos a otros y se afirmen mutuamente con salmos, himnos y alabanzas espontáneas. Que la gracia ponga en sus corazones un cántico a Dios,


él me instruía entonces en estos términos: '¡Recuerda bien mis palabras; sigue mis consejos y vivirás!'


Hallarás en el Omnipotente tus delicias y alzarás tu rostro hacia Dios.


Yo sé que ustedes son descendientes de Abrahán, pero mi palabra no tiene acogida en ustedes, y por eso tratan de matarme.


no me aparté del precepto que declaró, sino que puse en mi corazón sus palabras.


Está sometido a quienes lo cuidan o se encargan de sus asuntos hasta la fecha fijada por su padre.


Allí en Gabaón Yavé se le apareció en sueños a Salomón durante la noche. Le dijo: 'Pídeme lo que quieras y te lo daré'.


Jesús decía a los judíos que habían creído en él: 'Ustedes serán verdaderos discípulos míos si perseveran en mi palabra;'


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