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Juan 14:6 - Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Jesús contestó: 'Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Jesús le dice: Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene° al Padre sino por mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Respóndele Jesús: 'Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre, sino por mí.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

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Juan 14:6
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No hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres ningún otro Nombre por el que debamos ser salvados.


Yo soy la puerta: el que entre por mí estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará alimento.


Y por él los dos pueblos llegamos al Padre en un mismo Espíritu.


tenía vida en ella, y para los hombres la vida era luz.


Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al que es Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo; ahí tienen el Dios verdadero y la Vida eterna.


Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único; en él todo era don amoroso y verdad.


Por medio de Moisés hemos recibido la Ley, pero la verdad y el don amoroso nos llegó por medio de Jesucristo.


Por eso es capaz de salvar de una vez a los que por su medio se acercan a Dios. El sigue viviendo e intercediendo en favor de ellos.


entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.


Pues Cristo quiso morir por el pecado y para llevarnos a Dios, siendo ésta la muerte del justo por los injustos. Murió por ser carne, y luego resucitó por el Espíritu.


Como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, también el Hijo da la vida a los que quiere.


El que se aventura y no permanece en la doctrina de Cristo no posee a Dios; el que permanece en la doctrina, ése posee al Padre y al Hijo.


Y todo el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.


Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.


Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo quiera dar a conocer.


Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.


El Espíritu y la Esposa dicen: '¡Ven!' Que el que escucha diga también: '¡Ven!' El que tenga sed, que se acerque; y el que lo desee, reciba gratuitamente el agua de la vida.


En verdad les digo: el que guarda mi palabra no probará la muerte jamás.


Pues el que niega al Hijo, ya no tiene al Padre; y el que reconoce al Hijo tiene también al Padre.


y yo les doy vida eterna. Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano.


Pilato le preguntó: 'Entonces, ¿tú eres rey?' Jesús respondió: 'Tú lo has dicho: yo soy Rey. Yo doy testimonio de la verdad, y para esto he nacido y he venido al mundo. Todo el que está del lado de la verdad escucha mi voz.


El pan que Dios da es Aquel que baja del cielo y que da vida al mundo.


Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes también vivirán.


Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí.


Se han acercado al que es la piedra viva rechazada por los hombres, y que sin embargo es preciosa para Dios que la escogió.


Jesús, pues, tomó de nuevo la palabra: En verdad les digo que yo soy la puerta de las ovejas.


Por él hemos tenido acceso a un estado de gracia e incluso hacemos alarde de esperar la misma Gloria de Dios.


Cuando se manifieste el que es nuestra vida, también ustedes se verán con él en la gloria.


Está escrito que el primer Adán era hombre dotado de aliento y vida; el último Adán, en cambio, será espíritu que da vida.


Si decimos que no tenemos pecado, nos estamos engañando a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.


Pedro le contestó: 'Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna.


Y del mismo modo que el pecado estableció su reinado de muerte, así también debía reinar la gracia y, después de restablecernos en la amistad con Dios, nos llevará a la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.


y de parte de Cristo Jesús, el testigo fiel, el primer nacido de entre los muertos, el rey de los reyes de la tierra. El nos ama


Gracias a él han creído en Dios que lo resucitó de entre los muertos y lo glorificó, precisamente con el fin de que pusieran su fe y su esperanza en Dios.


Vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco. El que lo monta se llama 'Fiel' y 'Veraz'. Es el que juzga y lucha con justicia.


Piensen que en él permanece toda la plenitud de Dios en forma corporal.


El es el que viene por el agua y la sangre: Jesucristo; y no sólo por el agua, sino por el agua y la sangre; y el espíritu también da su testimonio, el Espíritu que es la verdad.


Escribe al ángel de la Iglesia de Laodicea: Así habla el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios:


Tales cosas no eran más que sombras, mientras que lo real es la persona de Cristo.


Escribe al ángel de la Iglesia de Filadelfia: Así habla el Santo, el Verdadero, el que guarda la llave de David: si él abre, nadie puede cerrar, y si cierra, nadie puede abrir.


Mataron al Señor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.


Después el ángel me mostró el río de agua de la vida, transparente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero.


De este modo el Espíritu nos enseña que mientras esté en pie la primera habitación, el camino que lleva al Santuario no está abierto.


cuando hizo de mí el encargado de Cristo Jesús entre las naciones paganas. He pasado a ser el sacerdote del Evangelio de Dios para hacer de esas naciones una ofrenda agradable a Dios, santificada por el Espíritu Santo.


y le pidió poderes escritos para las sinagogas de Damasco, pues quería detener a cuantos seguidores del Camino encontrara, hombres y mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén.


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